Claudia Sheinbaum presenta el Plan Nacional Hídrico: “agua como derecho humano y prioridad nacional”
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan Nacional Hídrico 2024-2030, que redefine el agua como “un derecho humano y un bien de la nación”. El plan prioriza el ordenamiento de concesiones, la tecnificación de riego agrícola, el saneamiento de cuerpos de agua como los ríos Lerma-Santiago, Atoyac y Tula, y la construcción de infraestructura hídrica en regiones críticas.
Con una inversión inicial de 20 mil millones de pesos para 2025, el proyecto busca garantizar el acceso equitativo al agua, mitigar el impacto ambiental y fomentar la gestión transparente.
Ejes del plan y objetivos clave
El Plan Nacional Hídrico se estructura en cuatro pilares fundamentales:
- Política hídrica y soberanía nacional: Recuperar el agua concesionada no utilizada y garantizar su distribución equitativa para consumo humano.
- Justicia y acceso al agua: Promover el acceso universal y reducir las desigualdades en su distribución.
- Mitigación del impacto ambiental: Adaptarse al cambio climático y restaurar ecosistemas acuáticos degradados.
- Gestión integral y transparente: Crear un Registro Nacional de Agua y simplificar trámites para erradicar la corrupción.
Para 2025, el Gobierno de México destinará 20 mil millones de pesos a la ejecución de proyectos clave, entre ellos la tecnificación de riego agrícola, el saneamiento de cuerpos de agua como los ríos Lerma-Santiago, Atoyac y Tula, y la construcción de infraestructura hídrica en regiones críticas.
Principales iniciativas
- Ordenamiento de concesiones: Incentivar la devolución de agua concesionada no utilizada para priorizar el consumo humano.
- Infraestructura estratégica: Se contemplan 16 proyectos, incluyendo presas, acueductos y sistemas de distribución, en estados como Durango, Oaxaca, Guanajuato y Veracruz.
- Saneamiento de ríos: Se rehabilitarán plantas de tratamiento y humedales, además de eliminar descargas contaminantes con la colaboración de SEMARNAT.
- Tecnificación de riego: Modernizar más de 200 mil hectáreas de terrenos agrícolas, beneficiando a 225 mil familias y mejorando la productividad del campo en un 51%.
Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua
Como parte del plan, el próximo 25 de noviembre se firmará un acuerdo con empresas, comunidades, académicos y distintos niveles de gobierno. Hasta ahora, este esfuerzo ha logrado el compromiso de devolver 2,500 millones de metros cúbicos de agua concesionada, suficientes para abastecer a la Ciudad de México durante más de dos años.
“El acuerdo también contempla que las empresas firmantes inviertan en eficientar sus procesos de producción para ahorrar agua y que incluso se invierta en algunas obras de carácter comunitario que va a beneficiar a distintas regiones del país. Hasta el momento, se tienen contempladas, se tienen compromisos por una inversión superior a los 16 mil 400 millones de pesos de inversión privada”, dijo la presidenta. “Estos proyectos se van a financiar a través de los programas federalizados PROSANEAR, PROAGUA, PRODDER, y con inversión estatal y federal directa. Se tiene contemplado también que parte del Fondo de Infraestructura Social que reciben los municipios, durante 2025 se destine para temas de agua”, detalló Claudia Sheinbaum.
Además, Sheinbaum dijo que para el saneamiento de los ríos Lerma-Santiago, Atoyac, –que comprende los estados de Puebla y Tlaxcala–, y Tula, se trabajará de manera conjunta con Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para eliminar descargas contaminantes; reforestar; rehabilitar y construir plantas de tratamiento y colectores, así como la construcción de humedales.
Impacto en el desarrollo sostenible
Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente, calificó el plan como un “instrumento indispensable” para garantizar la sustentabilidad hídrica, mientras que Julio Berdegué, secretario de Agricultura, destacó su papel en la soberanía alimentaria.
Con este proyecto, el gobierno de Sheinbaum busca no solo asegurar el acceso equitativo al agua, sino también convertirla en un motor para la justicia social, la protección ambiental y el desarrollo económico, posicionando a México como un referente en la gestión hídrica global.