viernes, noviembre 22, 2024
Economía

datos inesperados para Javier Milei



La nueva reducción del riesgo país del viernes, está cerca de perforar los 1.100 puntos básicos, junto a la baja del dólar paralelo y los dólares alternativos. Todos ya están por debajo de los 1.200 pesos y dejan en evidencia la especie de «primavera financiera» que vive la Argentina gracias a varias noticias positivas a favor del Gobierno, que se conocieron la semana pasada.

Las buenas noticias que alientan la «primavera financiera»

La noticia de que el FMI rebajará los recargos de intereses a varios países, entre los que se encuentran la Argentina y Ucrania, ya comenzó a impactar el viernes pasado y que se tradujo en una nueva baja del riesgo país, suba de los bonos y acciones pese al feriado en nuestro país.

Pero además de esa noticia, deben considerarse otras dos más: la fuerte baja de la tasa de inflación de septiembre que ya perforó el 4 % mensual y el mantenimiento del veto de Milei a la Ley de Finaciamiento Universitario gracias a la votación en el Congreso de la Nación y un blanqueo o exteriorización de capitales mejor que el que el Gobierno preveía.

Pero, sin dudas el anuncio de la baja de los sobrecargos de tasas de interés del FMI no estaba dentro de los planes de Milei, por lo menos hasta julio pasado. Una negociación que Milei y su equipo económico tenían bien guardada desde que comenzó esa negociación con el FMI.

Por lo que pudo saber Iprofesional, esas negociaciones secretas estuvieron a cargo del ministro de Economía Luis Caputo, el secretario de Finanzas Pablo Quirno y el Presidente del BCRA Santiago Bausilli, bajo la supervisión de Milei, desde julio pasado cuando se decidió instrumentar la llamada Fase II del plan de emisión cero del BCRA en el que la autoridad monetaria dejó de emitir pesos para comprar dólares.

La sorpresa del FMI

El viernes pasado el directorio del FMI aprobó reducir el margen de la tasa básica de 100 puntos básicos a 60. Además, reducir la tasa de sobrecargos basados en el tiempo de 100 puntos básicos a 75 y aumentar el umbral del nivel a partir del cual se cobran sobrecargos de 187,50% de la cuota a 300%.

En el caso argentino, que obtuvo un crédito por más del 1.000% de su cuota, el sobrecargo actual se encuentra en 200 puntos básicos (o 2 puntos porcentuales).

Además de la Argentina, países como Ecuador, Ucrania y Egipto, también han tenido acceso excepcional a préstamos del FMI. Un cambio en la política del ente se traduciría en un alivio financiero para todos los países que tienen este tipo de préstamos.

Si bien las cuotas se mantienen estables desde 2016 (cuando se instrumentó un cambio aprobado en 2010), el producto económico mundial crece y la nominalidad de las economías también. Por eso, las necesidades crediticias de los países se incrementan. «Es cada vez más común pedir asistencia financiera que requiere acceso excepcional.

El ministro de Economía Luis Caputo le agradeció a la titular del FMI, Kristalina Georgieva, por la medida que asegura que es «muy importante para muchos países como el nuestro, cuya gente está haciendo un gran esfuerzo para salir adelante».

«Este cambio de política, que será efectivo desde el 1 de noviembre próximo, significa un ahorro para Argentina de aproximadamente 3.200 millones de dólares, una reducción del 29,1% del pago de cargos y sobrecargos para la totalidad del préstamo actual», indicó Caputo en su cuenta de X.

«El ahorro se sentirá especialmente durante los próximos 3 años fiscales donde la reducción será de aproximadamente 1.100 millones de dólares» destacó el ministro.

Según explica el organismo en su página web, los créditos que brinda a los países tienen dos tipos de tasas de interés. La primera, es el costo de los derechos especiales de giro (la moneda del FMI), que se determina en el mercado y que tiene un nivel mínimo de 5 puntos básicos a la que se suma un margen, que hoy está en los 100 puntos básicos (1 punto porcentual).

A eso se añade la sobretasa, que varía según el monto y el plazo de reembolso del crédito. Para calcularla, se tiene en cuenta la cuota de cada país dentro del fondo. Esto es, el aporte que cada miembro hace al organismo, y se lo compara con el financiamiento solicitado.

Antes de la decisión que asumió el directorio, los créditos que superaban el 187,5% de la cuota tenían un sobrecargo del 2 por ciento sobre el saldo de la deuda impaga. Y el FMI agrega el uno por ciento adicional a la deuda pendiente después de tres años.

Se estima que el FMI hubiera cobrado a sus socios cerca de 10.000 millones de dólares por sobrecargos en los próximos cinco años, si hoy no se cambiaba la tasa estaba presvisto que Ucrania pagará 2.900 millones de dólares entre 2024 y 2033. En el caso de la Argentina, solo en los últimos tres años el país desembolsó USD 3.700 millones de dólares en sobrecargos.

Una suma muy alta dado el nivel de reservas del BCRA y la constante crisis económica que ya no tendrá que destinar a las arcas del FMI.

Argentina es el principal deudor del FMI, y sobre ella caen los sobrecargos que se pagan por la decisión política de Mauricio Macri, que endeudó al país por 45.000 millones de dólares.

El Gobierno de los Estados Unidos se habría apalancado sobre un planteo global que se promovía antes de la ofensiva de Rusia contra Ucrania y, al parecer, en esa batalla contra la burocracia del FMI -que se oponía a recortar los sobrecargos-se alinearon el Papa Francisco, el premio Nobel Joseph Stiglitz, y su discípulo el exministro Martín Guzmán.

Las reservas del BCRA

Pero más allá de eso, el Gobierno enfrenta una urgente necesidad de dólares frescos, tanto para pagar la deuda como para fortalecer las reservas, que son esenciales para levantar el cepo cambiario.

Al mismo tiempo, persiste la incertidumbre sobre las posibles fuentes de financiamiento para cubrir las obligaciones financieras, sobre todo las de mediados del 2025, pues las de enero, lucen cubiertas.

A esto hay que sumarle que, según comentan en la city, el BCRA priorizó reducir la brecha cambiaria, para lo que desvió el 20% de las exportaciones al mercado de dólares financieros. Eso le impidió sumar más de u$s13.000 millones a las reservas entre diciembre de 2023 y agosto de 2024.

El BCRA absorbió el jueves, en su último día de operatoria ,unos 70 millones de dólares por su intervención cambiaria. Dado que este viernes no habrá operatoria por el feriado local, la entidad completó la semana con compras por 230 millones de dólares.

Además acumuló una seguidilla de diez sesiones consecutivas con saldo positivo de 813 millones de dólares por su participación cambiaria. En lo que va de octubre el saldo a favor es de 621 millones de dólares. Por su parte las reservas internacionales brutas subieron en u$s285 millones en el día, a 28.632 millones de dólares.

En tanto que los depósitos en dólares del sector privado -en efectivo- en el sistema financiero cayeron 163 millones de dólares el 4 de octubre, último dato consolidado brindado por el Banco Central, a 30.806 millones de dólares y acumulan una caída de 583 millones en octubre.

No obstante, dicho stock sostiene un incremento de 16.680 millones de dólares o 118% desde los 14.126 millones de dólares del 7 de diciembre de 2023, previo a la asunción de Javier Milei a la Presidencia.

En relación al mercado cambiario hay que considerar que la brecha está semana se redujo al 20% mientras que en septiembre del año pasado llegaba al 120 %.

Pero a esto hay que sumarle un aspecto adicional como la nueva baja de la tasa de inflación mensual del 3,5 %, la más baja de la «Era Milei», en septiembre del 2023 era el 12,7 % mensual.

Con respecto a la inflación medida a través del IPC por el Indec, solo es comparable con los valores de septiembre y octubre de 2021.

Los datos del REM del BCRA para octubre marcan una inflación del 3,5% pero varias consultoras privadas estiman que el número de octubre podría estar entre el 3,2 y 3,5 %. Ese número esta muy cerca de la tasa del 2 % mensual de la devaluación del peso frente al dólar y en la medida que ambas converjan a ese valor será más fácil levantar el cepo cambiario.

El otro dato de inflación para analizar, es la baja de la inflación anualizada de los últimos 12 meses, que de llegar a un pico del 290% en abril pasado bajó al 209% en septiembre. Esto implica que términos anuales, el Gobierno logró una baja de casi 90 puntos en la tasa de inflación anual.

A esto hay que sumarle la buena noticia para el Gobierno de un blanqueo más exitoso de lo que se preveía.

Hay que recordar que la semana pasada, el Gobierno extendió la primera etapa del Régimen de Regularización de Activos hasta el 31 de octubre próximo, la única ocasión en la cual los argentinos podrán declarar dinero en efectivo.

Hasta 100.000 dólares no habrá multas y, por encima del excedente, se aplicará una alícuota del 5%, a menos que el contribuyente destine el dinero a algunas de las alternativas de inversión que habilitó el Ministerio de Economía, como la compra de acciones, bonos, obligaciones negociables o ciertas inversiones inmobiliarias.

Entre todas las noticias positivas los títulos públicos en dólares de Argentina alcanzaron sus cotizaciones más altas tras el canje de deuda de 2020, en los u$s60 en promedio.

Estos títulos duplicaron su precio en los diez meses de gestión de Milei. La mejora se enmarca en el distendido clima para los negocios financieros dado el esfuerzo del Gobierno por mantener el superávit fiscal y el descenso en los índices de inflación.

Al parecer la llamada Fase 2 del programa económico que comenzó en julio donde el Tesoro empezó a intervenir en el mercado de los dólares financieros el BCRA dejó un mensaje muy claro de que no va a permitir que la brecha cambiaria se vaya muy arriba, y logró reducirla al 25% frente a al techo del 60% al que había llegado.

Por otra parte los dólares que ingresaron al sistema como consecuencia del blanqueo también suman y por último, por lo menos por ahora, ha desaparecido la tensión cambiaria que alimentó subas en meses anteriores.

Los analistas del mercado local creen que en este contexto los dólares financieros pueden seguir bajando hasta converger con el crawling peg del 2 % mensual de devaluación del peso frente al dólar.

Para diciembre se espera un dólar de 1200 pesos

En cuanto a la evolución del tipo de cambio oficial, el último REM del BCRA de octubre del BCRA proyecta que el crawling peg del 2% mensual que el Gobierno viene desplegando desde el comienzo de su gestión, sin fecha de finalización, se extienda hasta fin de año. Para diciembre próximo se espera un dólar oficial de $1.021,50.

A partir de enero próximo el aumento se va incrementando por encima de la pauta oficial del 2% mensual y para dentro de un año, los analistas del REM pronostican un dólar oficial del $1.279,20, una cotización que se ubica un 31% en relación con la actual.

El REM también pronostica la evolución de la tasa de interés BADLAR, la que se define como la tasa promedio utilizada por los bancos privados para remunerar depósitos a plazo fijo a 30 por montos superiores a un millón de pesos.

En este caso, los analistas no esperan ninguna baja sustancial. Por el contrario, para los próximos seis meses estiman que esa la tasa para privados que actualmente promedia el 39,7% bajará menos de un punto porcentual. En relación con el REM anterior, este dato implica una corrección a la suba entre 0,5 y 0,9 puntos porcentuales.

El aumento de los depósitos en dólares, por encima de las expectativas iniciales producto del primer tramo del blanqueo para evitar el pago de la multa por hasta USD 100.000 en efectivo, tuvo un efecto particular: en el sistema financiero hay más dólares que en las reservas del BCRA. Eso a pesar de que el mayor volumen de fondos en los bancos contribuye a alimentar vía encajes el nivel de reservas brutas.

Se trata de una relación pocas veces vista o, mejor dicho, no vista hace muchos años. Específicamente, hace más de 20 años, en los años de la convertibilidad, cuando los encajes de los depósitos eran, precisamente, una gran porción de las reservas y un monto total de los depósitos de privados era casi 50% más alto.

Con esas cifras, los depósitos en dólares de privados no sólo se acercaron al máximo de agosto de 2019 antes de las PASO que ganó Alberto Fernández, cuando totalizaban unos 32.400 millones de dólares.

Esto fue producto del blanqueo de dólares pero con la posibilidad ya inaugurada de retirar los dólares depositados durante septiembre en las cuentas especiales de los bancos para el blanqueo de capitales -las denominadas CERA-desde el martes pasado se produjo un punto de inflexión.





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