«Debemos ser dueños de nuestro propio destino».
La victoria de Donald Trump en la carrera presidencial estadounidense genera un seísmo que deja a la UE plagada de incertidumbre, especialmente sobre la deriva de la política económica y las tensiones comerciales con Washington. Los líderes de la UE llaman tomar responsabilidades para fortalecer la autonomía comunitaria y evitar dependencias excesivas que pongan en riesgo su porvenir.
Budapest ha sido el escenario en el que ha tenido lugar la reunión de la Comunidad Política Europea, que en su quinta convocatoria acoge a casi medio centenar de países europeos. El mensaje del bloque comunitario es de unidad y fortaleza frente a Estados Unidos. Una llamada a mejorar la autonomía del bloque, a avanzar en la soberanía estratégica y la defensa nacional.
«Debemos decidirnos y actuar», ha exhortado el presidente galo, Emmanuel Macron en su intervención ante el resto de líderes comunitarios. En un paso más, ha abogado por la «defensa nacional» y la «soberanía estratégica» en un momento en el que terceros países propician una «distorsión del comercio global» por los subsidios de los que dotan a sus industrias.
«Debemos ser más dueños de nuestro destino, no por Donald Trump o por Harrys, sino por nuestros hijos», ha afirmado el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel a su llegada al encuentro. «Es nuestra responsabilidad tomar decisiones para no ser dependientes de lo que se decida en otros lugares. Tenemos que profundizar en el mercado único, mejorar la competitividad y la defensa».
En el que será su último encuentro al frente de la reunión de los Veintisiete jefes de Estado y de Gobierno de la UE, el político belga ha mandado un mensaje contundente. Se ha mostrado convencido de que Estados Unidos y Europa «tienen mucho en común», ha llamado a profundizar en la alianza entre ambos, pero «queremos ser un socio respetuoso y un socio respetado», ha marcado sus líneas. La UE, ha dicho, quiere tener «más influencia», fortalecer su «perspectiva económica» y «negociar los mejores compromisos posibles».
«Seguimos abiertos a trabajar juntos con Estados Unidos» pero «tenemos que ser claros en defender lo nuestro. Europa debe valerse por sí misma», ha aseverado el primer ministro saliente belga, Alexander de Croo. Respecto a la sombra de los aranceles que pesan sobre la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, el político liberal considera que tanto la UE como Estados Unidos tienen más que ganar manteniendo la relación comercial, aunque el bloque comunitario tiene trabajo por hacer para impulsar su competitividad.
La manera en que la UE debe afrontar una vuelta a Washington del republicano es de forma realista. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, rechaza que se afronten las relaciones trasatlánticas desde una posición de debilidad. «Europa no puede cambiar el mundo, pero puede cambiarse a sí misma», ha asegurado para reforzar la idea de que deben afrontarse retos como la competitividad y la defensa.
«Es el momento de despertar a nivel geopolítico«, ha indicado el líder griego. «Espero que lleguemos a un punto en el que dialoguemos con la seriedad y urgencia que este momento requiere».
En un momento de crecientes tensiones entre Ucrania y Rusia por el desplazamiento de tropas de Corea del Norte a la contienda militar, el nuevo secretario general de la Otan, Mark Rutte, ha puesto en valor que Trump elevara las ambiciones de que los aliados eleven al 2% del PIB el gasto en defensa y ha reclamado rebasar tal ambición. «Debemos hacer más«, ha indicado el holandés a su llegada al encuentro.