martes, diciembre 3, 2024
Economía

El automóvil chino y de EEUU es el sector más dañado por el arancel de Trump a México


Las firmas automovilísticas estadounidenses y chinas serán las más afectadas por los aranceles del 25% que el presidente electo, Donald Trump, pretende imponer a México y Canadá cuando asuma el cargo el próximo 20 de enero.

Desde que en 2018 entro en vigor el tratado de libre comercio entre México, EEUU y Canadá, conocido como el T-Mec, los intercambios comerciales con la frontera sur de Estados Unidos se han incrementado hasta el punto de que México se ha convertido en el principal socio comercial de EEUU, desbancando a China.

Según los datos de la Oficina de Censos estadounidense, en 2020 (año de entrada en vigor del acuerdo comercial) los intercambios entre el gigante asiático y Estados Unidos sumaron 432,5 millones de dólares, mientras que con México apenas superaban los 323 millones. Con el paso del tiempo, la curva se fue corrigiendo hasta que el año pasado el comercio exterior con la frontera sur se incrementó hasta los 475,6 millones de dólares, mientras que con Pekín se redujo hasta los 427,2 millones de dólares.

El tratado de libre comercio entre los tres países abrió la puerta a lo que se conoce en la industria como el nearshoring o la deslocalización de la producción en regiones cercanas a la sede matriz de la empresa. Es por ese motivo que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró por misiva al presidente electo de Estados Unidos que su postura proteccionista «perjudicará a las empresas compartidas que se localizan en territorio mexicano».

En este sentido, la fuerte relación económica entre estos dos países viene dada por las exportaciones de manufacturas y productos industriales. La propia presidenta Sheinbaum lo explicó claramente en la rueda de prensa en la que presentó la carta que enviaría a Donald Trump. «Supongamos que General Motors dice: ‘Bueno, pongo una planta en Estados Unidos’. Los costes de producción en territorio estadounidense probablemente sean mayores que el 20% de los aranceles», explicó.

Esto lo que provoca, aseguró la dirigente mexicana, es que haya una falta de competitividad frente a otras economías. Pero no solo General Motors, Volkswagen, Stellantis, Toyota, Hyundai Motors, Ford, Kia, o BMW están presentes en los polígonos industriales próximos a las ciudades fronterizas.

Trump lo dejó claro, el 20 de enero «como una de mis muchas primeras órdenes ejecutivas, firmaré los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25%». Un anuncio en redes sociales que se hizo sentir en los mercados, con caídas en Bolsa de estas compañías del sector de la automoción entre el 2,3% y el 5%.

Pero no sólo las empresas norteamericanas se verán muy afectadas. Las firmas chinas también tienen mucho que perder y, precisamente, la obsesión del republicano por el gigante asiático es lo que hace pensar a muchos expertos que a esto se debe esta decisión arancelaria.

Las compañías chinas estaban usando el tratado de libre comercio con México para sortear los aranceles que el presidente electo puso durante 2017 a los productos procedentes del gigante asiático y que Joe Biden no eliminó. La clave de todo esto se encuentra en Monterrey, concretamente en el Parque Industrial de Hofusan.

Este polo industrial cuenta con 850 hectáreas y es el refugio de numerosos fabricantes chinos que buscan eludir los aranceles de Estados Unidos y acortar la cadena de suministro que cada vez está más tensa debido a la coyuntura geopolítica global.

Más de 10 empresas chinas tienen plantas en este polo industrial y los gestores de este parque aseguraron que en dos años esperan tener 35 empresas más allí afincadas, de las cuales el 10% serán de gerencia china.

Entre los actuales inquilinos del parque hay empresas de tecnología, muebles y, lo más importante, empresas de fabricación de componentes como Hangzhou XZBy.

Según la Ley de reducción de la Inflación de Biden (2022), los vehículos eléctricos que contienen piezas fabricadas en México tienen una reducción fiscal de hasta 7.500 dólares en los créditos de estudios de 2022 de los estadounidenses.

Los fiscales estadounidenses incluso encontraron el camino a través del cual una filial de propiedad china con sede en México que construyen coches completos puede acceder a esas bonificaciones de 7.500 dólares: siempre y cuando no tengan minerales o componentes de baterías de China.

Asimismo, el Gobierno mexicano está pendiente de la decisión de la china BYD, que emplazó hasta después de las elecciones estadounidenses su decisión de levantar una planta en el país.

Tesla da marcha atrás

En su momento, Tesla, propiedad por el íntimo amigo de Trump, Elon Musk, decidió instalar una gigafactoría a las afueras de Monterrey y eso fue lo que atrajo a fabricantes de componentes chinos a la zona para poder suministrar piezas al fabricante de vehículos eléctricos. Esto hizo sonar las alarmas en Washington.

Lo que Musk tenía en mente es replicar el modelo de suministro local que tienen en la planta de Tesla en Shanghai. El plan era construir el modelo de coche eléctrico de nueva generación más barato del mundo en sus instalaciones de Nuevo León a partir de 2025, ayudada en parte con 153 millones de dólares en incentivos de las administraciones locales mexicanas.

Recientemente dio marcha atrás al proyecto y aumentó su capacidad en la planta de Texas.

Más de 400.000 empleos

El Gobierno mexicano advirtió este miércoles de la potencial pérdida de 400.000 empleos en Estados Unidos si el próximo presidente estadounidense, Donald Trump, impone aranceles del 25 % a las exportaciones de México.

«Al final, estos impuestos van a afectar al consumidor en EEUU, pero también a las empresas y se perderían alrededor de 400.000 empleos en Estados Unidos. ¿De dónde sacamos la cifra? Se perderían esos empleos y eso lo consulté con las diferentes empresas», declaró el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, en una conferencia.

Ebrard recordó en el Palacio Nacional que las principales empresas afectadas serían las compañías automovilísticas General Motors, Stellantis y Ford, además de que las importaciones totales en Estados Unidos representan el 12,7% de su PIB.

«Es un impuesto que afecta, primordialmente, a este complejo industrial tecnológico, cuyos principales exponentes son estos tres grupos de los propios Estados Unidos, o sea, es un tiro en el pie», consideró.

El intercambio comercial de los tres países norteamericanos sumó 1.776,5 billones de dólares de enero a septiembre de 2024, el equivalente al 30% del PIB de todo el mundo, detalló.

Por ello, adelantó que la propuesta de México al equipo de transición de Trump será fortalecer la «estabilidad regional», la «prosperidad compartida» con empleos bien remunerados e inversión en infraestructura, e impulsar la «competitividad global» al optimizar las cadenas de suministro en Norteamérica.

«Entonces en la mesa hay dos alternativas, nos podemos fragmentar y dividir con acusaciones y tarifas (aranceles), podemos hacer eso si queremos, porque nos ponen una tarifa y nosotros ponemos otra, y Canadá pone otra, va a ser una división de nunca acabar, o construimos juntos una región fuerte y competitiva», argumentó

El secretario aseguró que ha recibido el respaldo de compañías de las ramas aeronáutica, agropecuaria y financiera.

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