lunes, diciembre 2, 2024
Ciencia y Salud

El Ozempic oral sin marca está al alza, pero no hay pruebas de su eficacia


Desde su aparición, los fármacos inyectables de GLP-1 como Ozempic tuvieron una gran demanda. Además de tratar la diabetes y la obesidad, estos medicamentos tienen beneficios cardiovasculares, y hay pruebas de que pueden frenar la adicción e incluso proteger el organismo contra algunos tipos de cáncer, lo que no hace más que aumentar su atractivo. Pero para las personas que odian las agujas, estos medicamentos tienen un inconveniente evidente: requieren de una inyección semanal.

Sin embargo, en plataformas como Instagram y Facebook proliferan los anuncios de versiones orales de imitación de los fármacos GLP-1. Tras la escasez de Ozempic en 2022, surgió una floreciente industria de «compuestos» y clínicas de telesalud que ofrecían copias del medicamento, a las cuales se les permitía vender legalmente ante la falta de GLP-1 de marca. No obstante, a diferencia de las gigantes que producen los originales, estas clínicas y farmacias especializadas ofertan versiones de semaglutida y tirzepatida para la pérdida de peso que se administran por vía oral. Su amplia gama contempla pastillas, píldoras, comprimidos, geles para mejillas, gotas y tiras disolventes, con la promesa de suministrar los mismos principios activos que Ozempic y Wegovy sin la necesidad de inyecciones dolorosas.

La perspectiva es cautivadora, sobre todo porque estos medicamentos cuestan una fracción del precio de sus homólogos de marca, y a menudo se envían al siguiente día del que el posible paciente complete el cuestionario en línea. Por ejemplo, un mes de pastillas de semaglutida con vitamina B6 de la empresa de telesalud Strut cuesta 149 dólares sin seguro, frente a los más de 1,000 dólares de Wegovy.


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No todo lo que brilla es oro

«Como farmacéutica, puedo apreciar el entusiasmo por el aumento de la semaglutida oral, ya que es una vía más fácil que los inyectables», expresa Melinda Lee, quien dirige la empresa de envasado farmacéutico Parcel Health, así como una base de datos de disponibilidad de fármacos GLP-1. Además, las versiones orales no necesitan refrigeración como las inyectables, lo que facilita su transporte y almacenamiento. Aunque Lee comprende el entusiasmo, sigue siendo escéptica: «tomar un fármaco por vía oral puede ser más atractivo que una aguja, en lo que respecta a los GLP-1, pero aún no hay pruebas de que sean igual de eficaces».

A diferencia de los medicamentos de marca Ozempic, Wegovy, Mounjaro y Zepbound, las versiones compuestas no se han sometido a pruebas clínicas rigurosas y no están aprobadas por la FDA. Y aunque por ley deben contener el mismo principio activo que el fármaco al que imitan, es posible que estos medicamentos formulados por vía oral no funcionen tan bien como los inyectables. Maria Daniela Hurtado Andrade, especialista en obesidad de la Clínica Mayo de Jacksonville, en Florida, no recomienda a sus pacientes medicamentos orales compuestos de GLP-1: «No los tomo en cuenta, no los prescribo y no los apruebo».

El único fármaco GLP-1 oral aprobado es Rybelsus, una píldora para la diabetes de tipo 2 de Novo Nordisk, la misma empresa que fabrica semaglutida y la vende como Ozempic y Wegovy. A pesar de ser una opción atractiva en forma oral, su dosis más baja no despegó de la misma manera que Ozempic. Las investigaciones sugieren que es menos eficaz para la pérdida de peso y que Rybelsus nunca ha sido aprobado para ese fin.



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