miércoles, diciembre 18, 2024
Ciencia y Salud

Hasta 35 copas de vino al mes se vinculan con un menor riesgo de sufrir eventos cardiacos: estudio


Un nuevo estudio de un grupo internacional de cardiólogos publicado en la revista European Heart Journal encontró que las personas con alto riesgo de eventos cardiacos (como infartos e ictus) que beben hasta 35 copas del vino al mes reducen la probabilidad de sufrir tales episodios. Una parte de la comunidad científica ha reaccionado al respecto con opiniones severas. Cardiólogos de diferentes partes del mundo instan a tomar con cautela trabajos como este y a evitar a toda costa la conclusión de que tomar alcohol es saludable.

La base de datos del estudio estuvo compuesta de 1,232 personas con una edad promedio de 68 años y con alto riesgo de eventos cardiovasculares como muerte, infarto al miocardio, ictus o insuficiencia cardíaca. El seguimiento del consumo de alcohol y los padecimientos se extendió por cinco años. En ese periodo, algunos de los sujetos bebieron poco y otros bastante. Al final de la prueba, se contabilizó a las personas que enfrentaron un evento cardiovascular y dicha información se vinculó con la cantidad de vino bebido.

De acuerdo con el estudio, los adultos mayores que tomaron entre tres y 35 copas al mes tuvieron menos eventos cardiovasculares en comparación a aquellos que bebieron menos de tres o más de 35 copas.


Ilustración de un elefante africano.

El consumo y aprovechamiento del etanol, la sustancia clave de las bebidas alcohólicas, tiene un fuerte sesgo antropocéntrico, concluyen científicos.


Trabajos similares presentan importantes sesgos en sus resultados porque casi todos los procedimientos usan encuestas sobre autoconsumo y las personas que participan no suelen ser honestas. Por otro lado, los datos de este estudio son particularmente precisos porque los autores pudieron determinar la ingesta de alcohol de los participantes al usar el ácido tartárico en su orina como huella de consumo. El ácido es un compuesto orgánico que se encuentra en las uvas y sus derivados fermentados.



Interpretaciones enfrentadas

Los cardiólogos que leyeron el estudio y que no estuvieron involucrados en su publicación tienen algunas consideraciones al respecto. Para ellos, es una contribución valiosa por el enfoque del biomarcador de consumo, pero en el mejor de los casos, los resultados son tendenciosos. Algunos de los autores del trabajo han recibido apoyo de organizaciones vinculadas al sector de la producción de bebidas alcohólicas y del sector vinícola en el pasado, afirman. Los médicos son especialmente reiterativos en lo siguiente: los resultados de ninguna forma pueden interpretarse como que beber alcohol contribuya a tener un corazón sano.

La idea popular de que el consumo moderado de vino se asocia a una buena salud cardiaca es errónea. Los estudios, que en sí mismos son tomados con cierta cautela, solo muestran que poblaciones vulnerables que beben vino moderadamente tienen menor riesgo de sufrir infartos y episodios extremos similares. La diferencia es sutil, pero clave en el plano médico. No es posible recomendar “beber una copa al día de vino para la salud”, de la misma manera que se recomienda el consumo de verduras y cereales.

“El consumo de alcohol tiene numerosos efectos negativos sobre la salud, entre los que se incluyen diferentes formas de cáncer, cuya magnitud excede cualquiera de los supuestos efectos beneficiosos sobre la mortalidad por causas cardiovasculares descritos hasta la fecha. De acuerdo con el conocimiento científico actual, no debe recomendarse nunca el consumo de vino u otras bebidas alcohólicas para promover la salud o prevenir enfermedades ya que, como señala la Organización Mundial de la Salud, no existe ningún nivel seguro de consumo de alcohol”, explicó Josep Maria Suelves, jefe de servicio de Prevención y Control del Tabaquismo y de las Lesiones en la Agencia de Salud Pública de Cataluña al portal Science Media Centre (SMC) España.

“No se puede concluir que el alcohol sea bueno para la salud ni que el alcohol reduzca el riesgo cardiovascular. Sí se puede concluir que en personas (y mejor, en varones) de alrededor de 70 años que tienen factores de riesgo cardiovascular (y, por tanto, una probabilidad elevada de tener problemas cardiovasculares de salud), el beber una copa de vino al día reduce en global un 50 % los eventos cardiovasculares», dijo Julián Pérez Villacastín, expresidente de la Sociedad Española de Cardiología al SMC.



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