ICLEP alerta sobre 65 ataques a la libertad de expresión y de prensa en Cuba durante octubre
El informe detalla un escenario de hostigamiento sistemático en el que expresar opiniones críticas o ejercer el periodismo independiente continúa siendo una actividad de alto riesgo en Cuba.
MADRID, España.- El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y de Prensa (ICLEP) registró 65 violaciones a la libertad de expresión y de prensa en Cuba durante el mes de octubre, una cifra inferior a las 89 documentadas en septiembre. Sin embargo, la organización advierte que este descenso no representa una mejora real en las condiciones para ejercer derechos fundamentales en la isla, sino una variación táctica del aparato represivo.
En su informe «Cuba: el miedo se impone, la represión persiste», ICLEP señala que el 83,1 % de los incidentes estuvo dirigido contra la libertad de expresión de ciudadanos, activistas, artistas y presos políticos que manifestaron opiniones críticas fuera del discurso oficial. El 16,9 % restante afectó directamente a la libertad de prensa, lo que confirma que los periodistas y medios independientes continúan siendo blancos prioritarios del control estatal.
La organización sostiene que la disminución numérica respecto a septiembre no debe interpretarse como un alivio, debido a que la “arquitectura de vigilancia, coerción y castigo” permanece intacta. Según el análisis, en periodos de mayor exposición internacional o tensión política, el Gobierno cubano modula la intensidad de sus acciones represivas, pero no altera su funcionamiento estructural.
ICLEP enfatiza que estas violaciones no ocurren de manera aislada. El impacto se extiende a derechos conexos como el debido proceso, la libertad de movimiento, la participación política, la integridad de periodistas y el derecho a la reunión pacífica. El informe describe un ecosistema en el que la represión no solo limita la labor de la prensa, sino también la capacidad de los ciudadanos para expresarse sin temor.
Para los medios independientes, el documento subraya tres riesgos centrales: la elevada exposición a represalias incluso en tareas básicas de investigación, el efecto intimidatorio sobre quienes producen o difunden información y la necesidad de documentar cada caso para contrarrestar la narrativa oficial y preservar un registro verificable de abusos.
A pesar de la reducción numérica en octubre, ICLEP concluye que la represión continúa siendo un elemento estructural del sistema cubano, sostenido por mecanismos de vigilancia y castigo que buscan silenciar voces críticas y limitar la circulación de información no alineada con el Estado.
En agosto pasado, cuando el ICLEP documentó 79 violaciones a la libertad de expresión y de prensa en Cuba, advirtió que el actual año se encaminaba a cerrar con más de 1.000 violaciones a las libertades de expresión y prensa.
Cuba registró en 2024 un total de 232 alertas de violencia contra la prensa, una caída del 53,2% respecto a 2023 que no indica una mejora del entorno informativo, sino el resultado del éxodo forzado de periodistas, el miedo y la autocensura dentro del país, de acuerdo con el capítulo Cuba del informe Periodismo, violencia y persecución (informe sombra sobre la libertad de prensa en América Latina en 2024, elaborado por la red Voces del Sur.
