viernes, noviembre 22, 2024
Cuba

Insectos y roedores invaden hogares en la Habana


LA HABANA, Cuba.- Hace unos días, cuando llamé por teléfono a un matrimonio amigo para avisarles que iba a visitarlos, me respondieron: “No vengas que tengo la casa inundada de chinches”.

Las chinches se han sumado a los otros graves problemas que atraviesan los cubanos. Diminutas, difíciles de detectar al principio, producen fuertes picaduras en la piel, picazón muy molesta, y ronchas, y se trasmiten a través de la ropa y paquetes que infectan en lugares públicos que no siempre cuentan con una higiene adecuada.

Antiguamente se decía que las chinches eran propias de sitios sin buena limpieza, pero ha quedado demostrado que ya no es así. Hoy las chinches están invadiendo hogares donde siempre predominó la higiene.

Mi domicilio, donde abunda la pulcritud y aseo, fue invadido por una plaga de chinches hace poco, y hubo que botar algunos muebles y colchones para eliminar los insectos.

A menudo se ven colchones botados y quemados en las calles. Sus dueños no hallan otro modo de desembarazarse de las chinches.

Eliminar en estos momentos tales bichos, es una tarea larga y complicada, pues no hay fumigadores que tengan el producto necesario para exterminarlos.

Según un amigo que es fumigador, debe usarse el Tefemo o el Galgotrín, que son los venenos idóneos para las chinches, pero según me dijo: “Ya  no hay, tal vez se encuentre en los hoteles y centros turísticos, pero su precio, si aparece, sería exorbitante”.

Los escasos trabajadores del MINSAP que aún laboran en el ramo, por la izquierda, hacen el servicio y usan de sustituto la permetrina,  que no es el adecuado por no erradicar los huevos de las chinches, que  se reproducen en corto tiempo.

El costo de una fumigación es entre 2.000 y 3.000 pesos. Esta operación se tiene que repetir tres veces durante varias semanas, por tanto, el pago total está entre 6.000 y 9.000 pesos. Si añadimos la reposición de los objetos desechados, tendremos una suma no menor a 80.000 pesos, cantidad casi imposible de reunir  por la gran mayoría de las familias cubanas a no ser que reciban ayuda del exterior.  

Entre otros insectos…

Otros insectos que proliferan son los mosquitos y los jejenes que antes eran raros en las ciudades. Con sus picadas pueden  transmitir  el dengue y el chikungunya, que pueden, en casos extremos, ocasionar la muerte.

Años atrás había campañas de fumigación frecuentes en los domicilios y se practicaba la eliminación de vertederos de agua y basura para erradicar los vectores. Ahora, por falta de petróleo, ya casi no fumigan, excepto cuando se reporta algún caso sospechoso o confirmado en una zona.

También hay invasión de cucarachas y no hay venenos confiables para erradicarlas.  Los aerosoles importados que venden los cuentapropistas y las mypimes son escasos, y  tienen precios inalcanzables para la mayoría de la población.

 Muy destructivos para los libros y las ropas son los comejenes y las trazas. Son bastante difíciles de detectar a tiempo, y si no se actúa oportunamente, convierten el objeto invadido en una ruina.  

Añado a estas plagas a las guasasas,  que aunque no sean dañinas, incomodan mucho.

Y qué decir de los ratones  y las ratas, transmisores de la peste bubónica y la leptospirosis, que medran en las toneladas de basura sin recoger que se acumulan en las calles.  Aunque, por lo general, estos animales aparecen en casas en bajo, ya invaden también los altos, como ha sucedido en mi edificio de ocho pisos, donde en dos ocasiones han penetrado en mi apartamento y en el de otros vecinos.

De estas plagas, como de otras calamidades, así como de la catástrofe de la economía nacional, el gobierno, en vez de a los organismos responsables,  culpa invariablemente  al  “bloqueo”.



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