martes, abril 29, 2025
Ciencia y Salud

La angustiosa tarea de restablecer el suministro eléctrico en España y Portugal


«Hay que prever todos los fallos posibles y sobrevivir a cualquiera de ellos», afirma Cuffe. Desde la sala de control, los ingenieros deberían ser capaces de saber qué partes de la red funcionan correctamente, para no ir a ciegas.

«Incluso con una red completamente sana, el arranque en negro puede llevar 12 ó 16 horas. Hay que hacerlo secuencialmente, y lleva mucho tiempo. Estoy seguro de que hay ingenieros en furgonetas pululando por todas partes mientras hablamos tratando de hacer que todo esto suceda», mainifiesta Cuffe. «Es como montar un mueble de Ikea infernalmente complicado».

El mayor problema es que, sin una causa establecida y evidente del apagón en primer lugar, será difícil para los ingenieros saber dónde restablecer primero el suministro sin provocar otro apagón.

«El reto es equilibrar constantemente la oferta y la demanda», afirma Ketan Joshi, consultor independiente sobre clima y energía. «Hay que realizar ese acto de equilibrio, no limitarse a enchufar todo de nuevo». Joshi lo describe como un apagón «a la inversa».

«Cuando un árbol cae sobre una línea eléctrica, acabas cortando un pequeño trozo de la red. Es un suplicio. Un centenar de casas se quedan sin luz, viene una cuadrilla y vuelven a suministrar energía y a conectar la sección que estaba desconectada», explica Joshi. Esto es lo mismo, pero a una escala enorme. «Cuando se produce un apagón como el que estamos viendo en España y Portugal, el reto de trazar un mapa de la oferta y la demanda se vuelve ridículamente complicado. Cada vez que se conecta un nuevo grupo de hogares, hay que hacer el mismo ejercicio de equilibrio. Los generadores que están produciendo electricidad tienen que satisfacer la nueva demanda que de repente ha llegado a la red».

¿Por qué se fue la luz?

REN (Red Eléctrica Nacional), el principal operador eléctrico de Portugal, declaró a la BBC que el apagón se debió a «variaciones extremas de temperatura en el interior de España«. Se produjeron oscilaciones anómalas en las líneas de muy alta tensión (400 kV), un fenómeno conocido como ‘vibración atmosférica inducida‘». España aún no ha respondido a este señalamiento.

«Me rasqué la cabeza ante eso», dice Cuffe. Las dos redes del país pueden estar gestionadas por operadores nacionales, explica, pero están encadenadas como una red sincronizada, lo que significa que si un lado falla el otro también, por lo que no es del todo inesperado que uno culpe al otro.

A la hora de apuntalar la red, ambos operadores están solos. La Península Ibérica es una «isla energética», según Jan Rosenow, Vicepresidente de Estrategia Global del Regulatory Assistance Project, una ONG que promueve la innovación política y el liderazgo intelectual en la comunidad energética. La capacidad colectiva de interconexión de España y Portugal con el resto de Europa (es decir, la cantidad de energía que pueden extraer o enviar al resto del continente) ronda el 6%, muy por debajo del objetivo del 15% fijado por la Unión Europea para 2030.



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