“La historia tiene un sentido, siempre tiende al empoderamiento”: Michio Kaku, el científico optimista
En mi caso, aterrado por el pasado, el presente y el futuro, lo que me costaba más trabajo explicar, cuando leía los libros del Dr. Kaku, no eran las analogías sobre la teoría de la relatividad o la importancia de la ecuación de Shroëdinger para la física cuántica, sino el hecho de que este físico fuera tan optimista. Al principio, leyendo La física del futuro, pensé que era una estrategia de ventas. Ahí está mi prejuicio cínico: este libro era tan optimista sobre el futuro, hablaba de tantas maravillas por venir (coches que vuelan, internet en la mente, la cura del cáncer, de la vejez y de la muerte, el fin de las guerras, etc.), porque es lo que la gente quiere escuchar. Algo así como una nueva religión: confiar en la ciencia puede devolverte la esperanza. Todo en mí trataba de advertirme sobre esta esperanza, sobre la fe en la ciencia, sobre la confianza en la razón del hombre.
“Muchas personas, como tú, ven al futuro pensando en el pasado inmediato, en los últimos años.” Me explica con paciencia. “Yo no hago eso, yo veo la historia década por década. Creo que la década es la unidad más pequeña de la historia. Porque algo más pequeño que una década está intervenido por el azar, lleno de accidentes, de variables, cuestiones sin razón de ser, confusas. Cuando ves la historia por décadas, te das cuenta de que hay un patrón: la historia va en una sola dirección. De acuerdo, da vueltas y giros, regresa y se tropieza, pero la historia siempre va en el sentido del empoderamiento. Hace cientos de años, una persona no tenía poder. Ahora, cualquier persona tiene una cantidad enorme de poder. De hecho, lo puede utilizar para cosas terribles. La ciencia empoderó a la gente. Creo que, por eso, en cierto sentido, a menos de que explotemos el planeta, puedes soñar con un mejor futuro. Sobre todo porque ahora podemos cultivar la idea de que podemos cambiar el futuro. ¿Cómo podemos cambiarlo? Educando a la mayor cantidad de personas sobre lo que puede ser. Eso es empoderador, porque les hace sentir que pueden tomar el futuro en sus propias manos. Es más, que tienen que tomar el futuro en sus manos. Y cada vez más, las personas quieren tomar control de su propio destino. Eso es algo indudablemente bueno.”
De pronto, entiendo mejor el optimismo de Michio Kaku. Tal vez este optimismo sirve para vender libros, pero no es su última finalidad. Él cree, honestamente, que puede cambiar el futuro enseñando a la gente a pensarlo de otra forma. Michio Kaku cree que, aunque la razón no sea la que siempre prevalece en las decisiones humanas, finalmente encontraremos la forma de coexistir y superar los límites de nuestro propio conocimiento. Para él, finalmente, entender mejor lo que nos rodea en el presente es la manera de no desesperarnos. Su absoluta falta de cinismo me sorprende.