viernes, enero 31, 2025
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La princesa Leonor vivirá en una barco estilo Piratas del Caribe: así es por dentro el Juan Sebastián Elcano


Elena de los Ríos

La carrera militar de
la princesa Leonor no conoce fronteras
, literalmente. Debió ser complicado pasar de las aulas del Hogwarts de Gales, donde estudió Bachillerato, a las trincheras con casco, fusil y mochila de las maniobras en el campo de San Gregorio. Ahora bien: lo que le espera a partir del 11 de enero es directamente un shock.
Hablamos de una vuelta al mundo, embarcada en el
buque escuela Juan Sebastián Elcano, con otros 75 guardamarinas. Como en una lata de sardinas durante seis meses.

Entendamos el reto al que se enfrenta Leonor: por mucho que el paso por las academias militares te entrene en convivencia, en compartir la intimidad con una o dos compañeras reclutas o en cumplir rígidos horarios, el
encierro en un barco durante medio año no se puede comparar. Sobre todo porque la heredera libra cada fin de semana y puede volver a Zarzuela, a refugiarse en la familia y salir con sus amigos. No sabemos el trato preferente que se le haya dado en Zaragoza o
disfrute en Marín
, pero sí que estos privilegios pueden complicarse en un barco.

Todo en
la próxima vida de Leonor
, en los seis meses de ardua formación militar, pasa por las particularidades del Juan Sebastián Elcano, un bergantín goleta con cuatro mástiles (Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus) que se botó en 1927: está a punto de cumplir la friolera de
un siglo sobre las aguas. La silueta del buque escuela con todas sus velas desplegadas es impresionante. Pese a los años, se mantiene en perfecta forma y su cubierta es un dechado de reluciente barniz, madera bañada en sal e impoluto blanco.

Leonor deberá vivir en un espacio mínimo

Algunas piezas audiovisuales permiten echarle un vistazo al interior del buque escuela en el que
la princesa Leonor
va a pasar muchos meses, en una situación que dista mucho del lujo y las comodidades a las que ha de estar acostumbrada. Lab RTVE elaboró en 2019 un vídeo inmersivo al que se puede acceder desde su página web: ‘Elcano en 360º’. Allí se pueden comprobar las
limitaciones, sobre todo de espacio, que encontrará la heredera, aunque las zonas de habitación de los guardamarinas no aparecen.

Por suerte, la Armada mantiene en su canal de YouTube un vídeo de siete minutos, adelanto de un documental rodado en 2013, en el que se ven perfectamente espacios que fueron vedados a Televisión Española:
las cocinas, los cuartos de baños, los camarotes… En estas fantásticas imágenes se puede constatar lo angosto del espacio, la dureza del trabajo a bordo y la sensación constante de apretujamiento, en medio de un océano que no tiene fin. El contraste es impresionante.

Lo que vemos es una especia de ciudad en miniatura para 250 tripulantes, entre personal de la Armada y estudiantes guardiamarinas. Estos se aplican en aprender la tarea de
navegar orientándose únicamente a través de
la observación del sol y las estrellas. Se trata de volver al pasado para cruzar, a golpe de viento y vela, el Atlántico. Como hicieron los primeros marineros españoles y, también, los piratas que les precedieron.

La Cámara del Comandante, una estancia de otra era. /

armada

Todo suena muy romántico y, de hecho, lo es. Algunas de las cámaras más características del buque escuela Juan Sebastián Elcano rezuman romanticismo aventurero del añejo. De hecho, la llamada
Cámara del Comandante parece salida de una de aquellas películas en las que un heroico capitán al servicio de la reina británica se las veía con temibles piratas. O, más modernamente, de cualquiera de las embarcaciones de
la saga ‘Piratas del Caribe’.

Se trata de una especie de salón de estar en el que se sitúan bastantes sillones con un tapizado azul cielo (actualizado en 2017), para acoger reuniones de oficiales, suboficiales y todo aquel que sea convocado a hablar con el capitán. Es bastante probable que la estancia
no haya sufrido demasiada modificación desde hace un siglo, pues se ven libros antiguos, mobiliario muy decorado y profusión de detalles que remiten a muchas décadas atrás.

El mascarón de proa del buque escuela Juan Sebastián Elcano. /

rtve

Esta cámara no es la única que nos da ese sabor añejo de los barcos de película. Aún existe una similitud más entre los galeones ‘Piratas del Caribe’ y el bergantín goleta Juan Sebastián Elcano:
sus mascarones de proa. Varias embarcaciones míticas de las saga de piratas llevaron a una mujer en la proa: la icónica Perla Negra, con un ángel femenino con la mano extendida sosteniendo una paloma; y ‘Silent Mary’, con una mujer sujetando una lanza que, además, cobra vida.

En el buque escuela Juan Sebastián Elcano también ocupa el mascarón de proa una mujer, algo habitual incluso en aquellos tiempos en los que se creía que embarcar mujeres daba mala suerte. Se trata de
Minerva, la diosa romana de la sabiduría, aunque hay quien sostiene que representa una alegoría de Hispania. En todo caso, fue restaurada el año pasado para que recuperara su espectacular dorado a tiempo para recibir a Leonor. Lo hará el próximo 11 de enero.





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