Las agencias de noticias estatales rusas dicen que el derrocado líder sirio Bashar Assad está en Moscú y ha recibido asilo.
El presidente ruso, Vladimir Putin (derecha), le da la mano a su homólogo sirio, Bashar al-Assad, durante una reunión en Sochi el 20 de noviembre de 2017.
Presidente sirio derrocado Bashar al-Assad huyó a Moscú el domingo, informaron los medios rusos, horas después de que un sorprendente avance rebelde tomara el control de la capital de Damasco y pusiera fin a los 50 años de gobierno de hierro de la familia Assad.
Las agencias rusas, Tass y RIA, citaron una fuente no identificada del Kremlin sobre la concesión de asilo a Assad y su familia en Moscú, su antiguo aliado y protector. The Associated Press no pudo verificar de inmediato los informes, pero se comunicó con el Kremlin para solicitar comentarios.
RIA también dijo que Moscú había recibido garantías de los insurgentes sirios sobre la seguridad de las bases militares rusas y los puestos diplomáticos en Siria.
Se informó que Assad abandonó Siria la madrugada del domingo, y los sirios han estado invadiendo las calles con disparos de celebración después de que un impresionante avance rebelde llegara a la capital, poniendo fin a 50 años de gobierno de hierro de la familia Assad.
Los rápidos acontecimientos han planteado interrogantes sobre el futuro del país y de la región en general. Rusia ha solicitado una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la situación en Siria, publicó en Telegram el primer representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyansky.
Multitudes alegres se reunieron en las plazas de Damascoondeando la bandera revolucionaria siria en escenas que recordaban los primeros días del levantamiento de la Primavera Árabe, antes de que una brutal represión y el surgimiento de una insurgencia hundieran al país en una guerra civil de casi 14 años.
Otros saquearon alegremente el palacio presidencial y la residencia después de que Assad y otros altos funcionarios desaparecieran.
Abu Mohammed al-Golani, un ex comandante de Al Qaeda que cortó lazos con el grupo hace años y dice que abraza el pluralismo y la tolerancia religiosa, lidera la facción rebelde más grande y está preparado para trazar el futuro del país.
En su primera aparición pública desde que los combatientes entraron en los suburbios de Damasco el sábado, al-Golani visitó la extensa Mezquita Omeya y calificó la caída de Assad como «una victoria para la nación islámica». Llamándose a sí mismo por su nombre de pila, Ahmad al-Sharaa, y no por su nombre de guerra, dijo a cientos de personas que Assad había hecho de Siria «una granja para la codicia de Irán».
Los rebeldes enfrentan la difícil tarea de sanar las amargas divisiones en un país devastado por la guerra y aún dividido entre facciones armadas. Los combatientes de la oposición respaldados por Turquía están luchando contra las fuerzas kurdas aliadas de Estados Unidos en el norte, y el grupo Estado Islámico todavía está activo en algunas áreas remotas.
La televisión estatal siria transmitió una declaración rebelde el domingo temprano diciendo que Assad había sido derrocado y que todos los prisioneros habían sido liberados. Hicieron un llamado a la gente para preservar las instituciones del «estado sirio libre». Posteriormente, los rebeldes anunciaron un toque de queda en Damasco desde las 16.00 hasta las 5.00 horas.
Los rebeldes dijeron que liberaron a personas detenidas en la famosa prisión de Saydnaya, donde grupos de derechos humanos dicen que miles fueron torturados y asesinados. Un vídeo que circulaba en Internet pretendía mostrar a los rebeldes rompiendo las puertas de las celdas y liberando a decenas de prisioneras, muchas de las cuales parecían conmocionadas. Entre ellos se vio al menos un niño pequeño.
«Esta felicidad no será completa hasta que pueda ver a mi hijo salir de prisión y saber dónde está», dijo un familiar, Bassam Masr. «Lo he estado buscando durante dos horas. Ha estado detenido durante 13 años».
El comandante rebelde Anas Salkhadi apareció más tarde en la televisión estatal y trató de tranquilizar a las minorías religiosas y étnicas de Siria, diciendo: «Siria es para todos, sin excepciones. Siria es para los drusos, sunitas, alauitas y todas las sectas».
«No trataremos a la gente como lo hizo la familia Assad», añadió.
Celebraciones en la capital
Los residentes de Damasco oraron en mezquitas y celebraron en plazas, gritando: «Dios es grande». La gente coreaba consignas contra Assad y tocaba las bocinas de los coches. Los adolescentes recogieron armas aparentemente desechadas por las fuerzas de seguridad y dispararon al aire.
Los juerguistas llenaron la plaza Omeya, donde se encuentra el Ministerio de Defensa. Algunos ondearon la bandera siria de tres estrellas anterior al gobierno de Assad y adoptada por los revolucionarios. En el resto de la capital, muchas zonas de la capital estaban vacías y las tiendas cerradas.
Los soldados y la policía abandonaron sus puestos y huyeron, y los saqueadores irrumpieron en el Ministerio de Defensa. Los videos mostraban a familias deambulando por el palacio presidencial, algunas cargando pilas de platos y otros artículos domésticos.
«Es como un sueño. Necesito que alguien me despierte», dijo el combatiente opositor Abu Laith, añadiendo que los rebeldes fueron recibidos en Damasco con «amor».
En el Ministerio de Justicia, donde los rebeldes hacían guardia, el juez Khitam Haddad dijo que estaban protegiendo los documentos del caos. Afuera, algunos residentes buscaban información sobre familiares que desaparecieron bajo el gobierno de Assad.
Los rebeldes «han sentido el dolor del pueblo», dijo una mujer, dando sólo su nombre de pila, Heba. Le preocupaban posibles asesinatos por venganza cometidos por los rebeldes, muchos de los cuales parecían menores de edad.
El periódico sirio al-Watan, históricamente progubernamental, escribió: «Estamos ante una nueva página para Siria. Damos gracias a Dios por no derramar más sangre». Añadió que no se debe culpar a los trabajadores de los medios por publicar declaraciones gubernamentales pasadas, diciendo que «sólo cumplieron las instrucciones».
Una declaración de la secta alauita que ha formado el núcleo de la base de Assad llamó a los jóvenes sirios a ser «tranquilos, racionales y prudentes y no dejarse arrastrar a lo que desgarra la unidad de nuestro país».
Los rebeldes provienen principalmente de la mayoría musulmana sunita en Siria, que también tiene importantes comunidades drusas, cristianas y kurdas. En Qamishli, en el noreste, un hombre kurdo golpeó con su zapato una estatua del difunto líder Hafez Assad.
El primer ministro sirio, Mohammed Ghazi Jalali, dijo que el gobierno estaba dispuesto a «extender la mano» a la oposición y traspasar sus funciones a un gobierno de transición. Un vídeo compartido en los medios de la oposición siria mostraba a hombres armados escoltándolo desde su oficina hasta el hotel Four Seasons el domingo.
Anwar Gargash dijo que el destino de Assad en este momento es una «nota a pie de página en la historia», comparándolo con el largo exilio del káiser alemán Guillermo II después de la Primera Guerra Mundial.
Pide una transición ordenada
Los avances rebeldes desde el 27 de noviembre fueron los mayores de los últimos años y vieron caer las ciudades de Alepo, Hama y Homs en cuestión de días a medida que el ejército sirio se disolvía. Rusia, Irán y el grupo militante libanés Hezbollah, que brindó apoyo crucial a Assad durante el levantamiento, lo abandonaron mientras se tambaleaban por otros conflictos.
El fin del gobierno de Assad fue un duro golpe para Irán y sus aliados, ya debilitados por el conflicto con Israel. Irán, que lo había respaldado firmemente durante toda la guerra civil, dijo que los sirios deberían decidir su futuro «sin una intervención extranjera destructiva y coercitiva». La embajada iraní en Damasco fue saqueada después de haber sido aparentemente abandonada.
Mientras tanto, el primer ministro Benjamín Netanyahu dijo que las tropas israelíes se habían apoderado de una zona de amortiguamiento en los Altos del Golán establecida en 1974, diciendo que era para proteger a los residentes israelíes después de que las tropas sirias abandonaran sus posiciones. Posteriormente, el ejército de Israel advirtió a los residentes de cinco comunidades del sur de Siria que se quedaran en casa por su seguridad y no respondió a las preguntas.
Israel capturó el Golán en la guerra de Medio Oriente de 1967 y luego lo anexó. La comunidad internacional, excepto Estados Unidos, lo considera ocupado, y la Liga Árabe condenó el domingo lo que llamó los esfuerzos de Israel por aprovechar la caída de Assad para ocupar más territorio.
Los rebeldes están liderados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham, o HTS, que tiene sus orígenes en Al Qaeda y es considerado una organización terrorista por Estados Unidos y Naciones Unidas. Al-Golani, ha tratado de transformar al grupo en una fuerza moderada y tolerante.
«Golani ha hecho historia y ha despertado esperanza entre millones de sirios», dijo Dareen Khalifa, asesor principal del International Crisis Group. «Pero él y los rebeldes se enfrentan ahora a un formidable desafío».
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, pidió el sábado conversaciones urgentes en Ginebra para garantizar una «transición política ordenada».
La nación del Golfo de Qatar, un mediador regional clave, organizó una reunión de emergencia de ministros de Relaciones Exteriores y altos funcionarios de ocho países con intereses en Siria el sábado por la noche. Entre ellos se encontraban Irán, Arabia Saudita, Rusia y Turquía.
Majed al-Ansari, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, dijo que coincidieron en la necesidad de «involucrar a todas las partes sobre el terreno», incluido el HTS, y que la principal preocupación es «la estabilidad y la transición segura».