Los microbios de los humanos podrían sobrevivir por décadas en la Luna y eso no es bueno
La mayoría de las próximas misiones a la Luna se dirigen hacia los cráteres con sombra permanente. Son sitios en los polos a donde nunca ha llegado la radiación solar, debido a la inclinación del satélite con respecto a la estrella. Los científicos piensan que aquí se forma un entorno similar a un “refrigerador” espacial, donde lo mismo puede haber agua congelada traída ahí por un meteorito o rastros de microorganismos extraterrestres.
Explorar los sitios permanentemente oscuros de la Luna es una prioridad, pero llegar a ellos representa una contradicción. Es bastante probable que los humanos pioneros contaminen el lugar con bacterias de la Tierra. El escenario no solo lleva años estudiándose, los modelos de sobrevivencia apoyan la hipótesis. Después de todo, los peores enemigos de un microorganismo son la radiación ultravioleta y la temperatura extrema, factores que no existen en los cráteres con sombra perpetua de la Luna.
Una cuestión que abordan los investigadores y guardianes de esos santuarios prístinos es el tiempo de sobrevivencia de los microbios humanos en los cráteres. De acuerdo a un reciente trabajo presentado en la última Conferencia de Ciencias Lunares y Planetarias, en Texas, podría tomar décadas para que estos espacios vuelvan a estar libres de microorganismos.
Invadir cráteres con microbios terrestres
El autor principal del estudio, el doctor John E. Moores, profesor del Centro de Investigación en Ciencias de la Tierra y el Espacio de la Universidad de York, implementó un modelado de condiciones para dos cráteres en el polo sur de la Luna. Ambos son candidatos para recibir las futuras misiones Artemis de la NASA.
Para el cráter Shackleton, con una profundidad de 4.2 kilómetros (km) y diámetro de 12 km, tomaría al menos 30 años eliminar naturalmente los microorganismos provenientes de la Tierra. Si una bacteria llegara al cráter Faustini, cuyo diámetro es de 39 kilómetros, podría sobrevivir 30.8 años como mínimo. Si el sitio estuviera más protegido contra la radiación, la expectativa de supervivencia aumenta a 46.5 años.
Los microbios que lleguen a la Luna no podrán expandir su población, solo sobrevivir. Los científicos aseguran que no pueden metabolizarse, replicarse o crecer. Sobrevivirán hasta que sus esporas desaparezcan por el vacío. Cuando mueran, solo quedarán las moléculas orgánicas y estas seguirán ahí durante más tiempo.
Las misiones en los sitios permanentemente oscuros en algún momento deberán analizar su superficie. En el mejor de los casos, el agua congelada revelará la historia de cómo se formó el recurso en la región exterior del sistema solar. Sin embargo, si llegan primero los microbios de la Tierra, dificultarán el análisis.
La NASA tiene un equipo especial que se encarga de descontaminar el equipamiento que viaja a la Luna. El reto se intensificará cuando envíen tripulación hacia la superficie lunar. La humanidad contaminó la Luna durante la era Apolo (todavía están ahí las bolsas de caca de los astronautas), pero hoy se trabaja para evitar que eso ocurra de nuevo, sobre todo en estas regiones de nuestro satélite natural.