martes, julio 1, 2025
Ciencia y Salud

Los océanos de la Tierra se están volviendo definitivamente más oscuros


La zona bajo la superficie del mar donde llega la luz se conoce como capa luminosa y constituye la base del ecosistema marino. Es un entorno vital para la vida, donde se desarrolla la fotosíntesis del fitoplancton y el comportamiento de peces y otros animales. Se cree que el 90% de la vida marina de la Tierra vive en la capa fótica a profundidades de hasta unos 200 metros.

Sin embargo, en los últimos años se ha producido un cambio importante en esa profundidad. Las últimas investigaciones realizadas con datos de satélite revelaron que la tasa de atenuación de la luz submarina está aumentando en más de una quinta parte de los océanos de la Tierra, y que la luz ya no llega a las profundidades en amplias zonas. Esto significa que los océanos se están oscureciendo.

Thomas Davies, catedrático asociado de Conservación Marina de la Universidad de Plymouth, Reino Unido, especializado en conservación marina, explica: «En informes anteriores se han discutido los cambios en el color de la superficie oceánica en los últimos 20 años, sin embargo, este estudio demuestra que en realidad se está reduciendo la gama de hábitats posibles para los organismos vivos«.


océanos

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Cómo afecta a los organismos marinos

Davis y su equipo analizaron los cambios en la transmisión de la luz a escala mundial entre 2003 y 2022, utilizando datos del satélite de observación de la Tierra Aqua de la NASA, Japón y Brasil. Los resultados mostraron que el coeficiente de atenuación de la luz, en longitudes de onda de 490 nanómetros, está aumentando en más de 75 millones de kilómetros cuadrados, es decir, el 21% de todo el océano de la Tierra.

En el estudio actual, el límite inferior de la capa iluminada se define utilizando como indicador la fotosensibilidad de una especie de zooplancton, el género Calanus. Se sabe que este plancton responde a niveles de luz extremadamente bajos. Como es una de las especies marinas más sensibles a la percepción de la luz, el nivel mínimo de luz que puede percibir permite evaluar con mayor sensibilidad el impacto ecológico de los cambios en la capa fotosensible.

Los investigadores descubrieron que la profundidad de la capa luminosa ha disminuido más de 50 metros en un área de unos 32 millones de kilómetros cuadrados, es decir, el 9% del océano mundial. También hallaron una disminución de más de 100 m en el 2.6% del océano. La escala de este cambio es comparable a la superficie del continente africano. Se observaron cambios especialmente significativos en la corriente superior del Golfo, la mayor corriente de agua cálida del mundo, y alrededor de las regiones polares. Estas zonas son también donde el cambio climático está provocando los aumentos más intensos de la temperatura del agua y cambios en la circulación oceánica.

Además, no pueden ignorarse los cambios que se producen durante la noche, cuando la luz de la luna llega a estas zonas. En el 13.9% de las zonas, la capa luminosa era menos profunda en más de 10 m, aunque a menor escala que durante el día. Para muchos organismos marinos que desovan y se alimentan en sincronía con la luz nocturna, incluso este pequeño cambio puede ser un factor significativo que influya en sus estrategias de supervivencia.


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Posible causa: el cambio climático

Se ha considerado que esta contracción de la capa luminosa es un fenómeno específico de las zonas costeras. Esto se debe a que la afluencia de nutrientes, materia orgánica y sedimentos procedentes de la agricultura es el principal factor que reduce la transmisión de la luz. Sin embargo, se ha descubierto que la tendencia a la atenuación de la luz es generalizada en los océanos Ártico y Antártico, así como en regiones de mar abierto como el Atlántico nororiental y el Pacífico noroccidental. Los investigadores creen que esto se debe a la proliferación masiva de fitoplancton, al aumento de la temperatura de la superficie del mar y a los cambios en la circulación oceánica, que consideran causados por el cambio climático.

No obstante, los 20 años de datos de observación utilizados en el estudio aún no alcanzan un nivel que permita distinguir completamente entre cambios naturales y antropogénicos a escala mundial. Sin embargo, la magnitud de la contracción observada del estrato lúcido es tan grande que es probable que esté más allá del rango de variabilidad natural. El equipo considera el fenómeno como una pérdida masiva de hábitat para la vida marina.

Si los organismos hambrientos de luz se ven obligados a concentrarse en capas menos profundas, la competencia por el alimento y el espacio se intensificará. «Además, acercarse a la superficie aumenta el riesgo de depredación, lo que podría afectar a la estructura de ecosistemas enteros», advierte el profesor Tim Smith, del Laboratorio Marino de Plymouth.

El fenómeno del oscurecimiento de los océanos representa un cambio complejo que se extiende a la cadena alimentaria, el ciclo de los nutrientes y la fijación del carbono. Este estudio muestra claramente que el «límite invisible» del océano, la capa luminosa, es un reflejo agudo de los efectos del cambio climático. Los trabajos futuros requerirán un análisis más preciso de factores locales como las corrientes oceánicas y la estructura de la capa.

Artículo originalmente publicado en WIRED Japón. Adaptado por Alondra Flores.



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