miércoles, mayo 21, 2025
Ciencia y Salud

Un viaje en 3D a los Acantilados Cósmicos, cortesía del James Webb


La llegada del telescopio espacial James Webb (JWST, por su nombre en inglés) supuso una nueva era en las imágenes espaciales. Hasta 2021, las fotografías espaciales más asombrosas eran obra del telescopio Hubble, cuya tecnología data de 1990. Uno de los resultados más impactantes del instrumento de última generación fue la develación en julio de 2022 de una formación estelar conocida como los “Acantilados Cósmicos”.

Tres años después de la captura de los Acantilados Cósmicos, una nueva visión de esa escena ha sido publicada. Se trata de un viaje en 3D a través de la estructura espacial generado a partir de toda la información infrarroja captada por el JWST. Con el encargo de estas producciones audiovisuales, la NASA intenta crear nuevos materiales de divulgación que permitan una mejor comprensión de las dimensiones de los cúmulos y nebulosas espaciales.

El video fue presentado por la NASA en el evento de la Sociedad Internacional del Planetario para conmemorar el centenario del primer planetario público, fundado el 7 de mayo de 1925 en el Deutsches Museum de Múnich, Alemania.

Explorando los acantilados cósmicos en 3D.

Los Acantilados Cósmicos parecen montañas en el espacio, pero son gases concentrados que forman parte de una pequeña nebulosa en la periferia del complejo nebular de Carina. Toda la región funciona como una fábrica de estrellas. Hay tanto gas y polvo cósmico en la nebulosa que parte de la materia termina por concentrarse en un solo punto y colapsar por su propia gravedad. Según algunas estimaciones, hay aproximadamente 100,000 estrellas jóvenes y la tasa de formación es de una a dos estrellas por siglo.

El JWST ha demostrado ser una herramienta eficaz en la exploración espacial gracias a su capacidad de captar la luz infrarroja de las estructuras cósmicas. Las ondas infrarrojas pueden atravesar sin dificultades algunas regiones del espacio donde se concentra el polvo y el gas. Con sus sensores, el telescopio James Webb de última generación puede observar objetos muy lejanos a una resolución sin precedentes. El objetivo principal es que otorgue imágenes de las estructuras que se formaron en las primeras etapas del universo.

El telescopio cuenta con un espejo principal de 6.5 metros. En comparación, el del Hubble mide 2.4 metros. El doble de tamaño le permite recolectar más información infrarroja del universo temprano. Además, se encuentra a 1.5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, en el punto de Lagrange L2, lo que lo protege del calor terrestre y de la luz ambiental.



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