Los primeros sondeos apuntan a que la coalición de Gobierno en Japón perderá la mayoría | internacional
El Partido Liberal Demócrata (PLD) de Japón ganaría, pero sufriendo un revés considerable, las elecciones de este domingo, según los sondeos a pie de urna publicados por los principales medios locales. La formación conservadora del primer ministro Shigeru Ishiba, de 67 años, no alcanzaría la mayoría absoluta de la que gozaba por sí solo. Y tendría complicado incluso alcanzar con su tradicional socio de coalición Komeito los 233 escaños con los que se logra el control de la Cámara baja de 465 asientos, según el sondeo de la cadena pública NHK.
El resultado, de confirmarse, sería un batacazo para la formación que ha gobernado Japón sin apenas interrupciones desde su fundación en 1955, y se vería forzada a buscar nuevos socios para mantenerse al frente del Ejecutivo. Antes de las elecciones, el PLD tenía por sí solo 256 escaños, lo que le daba el control de la Cámara más poderosa de la Dieta (el Parlamento japonés).
La oposición del Partido Constitucional Democrático (PCD), de centroizquierda, reforzaría de forma notable su presencia en la Cámara de Representantes. El partido liderado por Yoshihiko Noda, otro veterano de la política nipona que sirvió como primer ministro entre 2011 y 2012, lograría un fuerte impulso con decenas de escaños más que en los comicios de 2021, según NHK. Aunque es poco probable que tenga capacidad de articular una opción de gobierno, el resultado equilibraría la fuerza de la oposición frente a un PLD que ha ejercido un poder casi indiscutible desde 2012. Por primera vez, desde entonces, podría llegar a romper la barrera psicológica. de los tres dígitos en el número de diputados.
Mientras el recuento oficial sigue en marcha ―el resultado definitivo no se espera hasta el lunes temprano―, el PLD ya ha dado muestras de preocupación. “Hemos sido juzgados con severidad”, ha asegurado Ishiba en declaraciones a los medios locales, tras el cierre de las urnas.
La horquilla de los sondeos es, en cualquier caso, muy amplia. El publicado por la cadena nacional NHK le da a la coalición de PLD y Komeito entre 174 y 254 de los 465 escaños; Mientras, el principal partido de la oposición, el PCD, obtendría entre 128 y 191 escaños.
“La situación es muy complicada y es mi responsabilidad”, ha reconocido también Shinjiro Koizumi, secretario del comité electoral del partido gobernante, en una comparación tras el cierre de urnas. En este escenario impredecible, la coalición podría agregar un nuevo socio para gobernar. Los analistas apuntan ya hacia otras formaciones, como el Partido Democrático para el Pueblo, dada su afinidad en temas como la defensa, lo que podría derivar en una revisión del pacifismo constitucional de Japón.
Ishiba llegó a este domingo con las encuestas en caída libre, marcadas por la larga sombra del escándalo de financiación ilegal que ha sacudido a su partido. El mal resultado, auguran algunos analistas, podrían incluso forzar al PLD a buscar un rostro alternativo para liderar el Gobierno, lo que convertiría a Ishiba en el primer ministro con el mandato más breve de la historia japonesa de posguerra. La decisión queda en el aire, pero podría suceder: el PLD es una fuerza política compuesta de facciones disímiles en constante forcejeo, y está acostumbrada a elecciones en medio de escándalos en las que apela a la lealtad de victorias ganadas, a menudo, con medidas. concretas para apoyar regiones, sectores o colectivos.
Su granero de electores es habitualmente fiel. Mar en el campo o en la ciudad. Izamu Kambe, de 68 años, operario de fábrica jubilado, comentó el pasado jueves, tras votar en la localidad rural de Nanmoku de forma adelantada, que había vuelto a elegir la papeleta de siempre: el PLD. “La oposición da sensación de debilidad”, dijo.

Mientras sostiene su bicicleta, Shimbo, un universitario de Química de 21 años que aún vive con sus padres, reconoce este domingo que también ha votado al PLD “por la estabilidad”. Acaba de depositar la papeleta en un colegio electoral de Hachioji, a las afueras de Tokio. La corrupción, en su opinión, no ha sido un argumento suficiente para cambiar de partido.
“¡Son basura y tenemos que hacer limpieza!”, exclama no muy lejos de allí Emiko Ogahara, con el micrófono en mano, a la salida de la estación de Hachioji. No reclama el voto para nadie, para no contravenir las normas en la jornada electoral, pero sí recuerda a los transeúntes que ejercizan su derecho y que en ningún caso lo hagan por el PLD ―la “basura”― o sus candidatos independientes afines, salpicados. por la trama de financiación irregular que estalló el año pasado, forzó la dimisión de varios ministrosy afectó tanto la popularidad del entonces jefe del Ejecutivo, Fumio Kishida, que este finalmente decidió abandonar el cargo en verano. Tras su marcha, Ishiba tomó las riendas de los liberaldemócratas a finales de septiembre, fue vestido de primer ministro el 1 de octubre, formado Gobierno y convocó de inmediatas elecciones anticipadas, para aprovechar el tirón de popularidad.

La jornada de votación ha transcurrido sin apenas sobresaltos en el ordenado archipiélago, aunque sí ha generado polémica que un 40% de los colegios electorales del país hayan decidido adelantar la hora de cierre de las urnas, algo que es posible, pero que la oposición ha visto como un intento de reducir la participación que, en teoría, le beneficia. La participación final aún no ha sido publicada, pero casi 21 millones de personas han votado en los últimos días de forma anticipada, la segunda cifra más alta de la historia.
Muchos desafortunados ya preveían una caída. “Vamos a perder escaños por el tema del dinero”, reconocía un votante del partido del Gobierno que había acudido el sábado por la tarde a uno de los discursos de cierre de Ishiba en la popular zona de Ebisu, en el centro de Tokio. Bajo un fuerte despliegue policial, y rodeado de edificios modernos y luces rutilantes, el primer ministro imploraba el voto para la candidata de ese distrito electoral, y pedía incluso una implicación más allá: “Basta con que hagáis una llamada a un amigo”, reclamó al público.