Populares y socialistas acercan posturas para desbloquear la aspiración de Ribera a la Comisión Europea
El tiempo apremia para desencallar las negociaciones para el inicio de la nueva Comisión Europea el próximo 1 de diciembre. Las tiranteces políticas escenificadas la pasada semana en la comparecencia en la Eurocámara de la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, parece que comienzan a encauzarse. Y se empieza a fraguar una vía para encontrar un acuerdo, por escrito, que de luz verde a la entrada de la actual ministra para la Transición Ecológica en el Ejecutivo comunitario. Aunque, por lo pronto, las reuniones terminan inconclusas y con vistas a continuar este miércoles.
El intercambio es lo que hará posible una salida a la situación. Los democristianos alemanes, partido en el que se inscribe la propia jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, podrían levantar su veto a cambio de que los socialistas abran la mano con el candidato de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Raffaele Fitto saldría adelante como vicepresidente ejecutivo de Reformas y Cohesión a cambio de confirmar la vicepresidencia de Ribera.
Las negociaciones entre formaciones políticas se encaminan ahora hacia un documento escrito que legitime las conversaciones. Fuentes de los populares europeos se han mostrado con voluntad de dar luz verde a Ribera. Los socialistas, por su parte, conciben este acuerdo por escrito como un compromiso de fuerzas proeuropeas, entre populares, socialistas y Renew para la próxima legislatura, no tanto como un intercambio de vistos buenos a candidatos. En todo caso las conversaciones continúan.
El paquete aspirantes a vicepresidentes comunitarios veía, el pasado martes, postergada su votación hasta esta semana. Y si los populares reclamaban como condición que Ribera compareciera ante el Congreso de los Diputados para dar explicaciones por la gestión de la Dana y supeditaban su apoyo al compromiso de que dimitiera en caso de resultar imputada por ese mismo motivo, los socialistas usaban como moneda de cambio el apoyo al italiano de Fratelli d’Italia.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, alejaba la amenaza de veto tanto al candidato italiano como al candidato del autoritario primer ministro húngaro. «Todos los países miembros de la Unión Europea tienen derecho a contar con un comisario, eso es así y hay que respetarlo», aseguró al finalizar la cumbre del G20 en Río de Janeiro (Brasil). «Es lo que dicen los tratados, y eso es lo que hace la familia socialdemócrata europea», ha indicado, alejando la posibilidad de que los socialistas traten de vetar al candidato propuesto Meloni si el PP insiste en descabalgar a Ribera.
Son 19 los miembros del equipo de la futura Comisión Europea de Von der Leyen los que ya han tenido el visto bueno del Parlamento Europeo. Los tiempos apremian para dar con un punto común que desbloqueen las vicepresidencias. La perspectiva es que el próximo 27 de noviembre el pleno del Parlamento Europeo apruebe el próximo Colegio de Comisarios y que el nuevo Ejecutivo comunitario empiece a funcionar el 1 de diciembre. La reunión de la Conferencia de Presidentes que tendrá lugar mañana en la Eurocámara debería desbloquear la cuestión.
En este encuentro se espera que reciban el visto bueno los seis vicepresidentes comunitarios, incluida Ribera y Fitto. También el candidato húngaro, Olivér Várhelyi, cuya aspiración a comisario de Salud y Seguridad Animal, no superó el primer examen de la Eurocámara.
El contexto es el examen de la española en el Parlamento Europeo, que se convirtió en un hervidero de reproches en clave nacional que los populares esgrimieron hacia la vicepresidenta tercera, por su responsabilidad en la gestión de la Dana. Pero el desgaste ha llegado también a Bruselas que ven