Por qué el próximo viaje de la reina Sofía a Lisboa le provocará cierta tristeza
La reina
doña Sofía vuelve comienza también nueva temporada tras
las vacaciones de verano en Palma, Grecia y París
, donde estuvo apoyando a los deportistas olímpicos españoles. Y este próximo viernes, 20 de septiembre, viajará a Lisboa para un acto de especial importancia en su caso.
Como
Presidenta de de la Fundación Reina Sofía, la emérita será la madrina de un importante encuentro científico de primer nivel donde se tratará una de las enfermedades que
más le interesan: el Alzheimer.
Desde hace un tiempo es sabido que su hermana
la princesa Irene de Grecia padece el llamado «mal del olvido»
, y
la preocupación de la emérita y todas las personas de su entorno es evidente. Por eso, este nuevo acto centrado en este tipo de dolencias tocará, seguro, la fibra sensible de doña Sofía.
La reina Sofía, muy comprometida con el Alzheimer
Doña Sofía siempre ha sido una mujer
muy comprometida con numerosas causas, especialmente con aquellas que afectan a colectivos vulnerables como la infancia, los más desfavorecidos o los afectados de dolencias tan duras como el Alzheimer u otras enfermedades degenerativas. Y como presidenta de la Fundación Reina Sofía apoya siempre que puede cualquier iniciativa que tenga por objeto la investigación y ayuda en estos ámbitos. De ahí que el pasado mes de abril acudiera a Cracovia a presidir un importante acto como fue la sesión inaugural de la 36th Global Conference of Alzheimer’s Disease International, que tuvo lugar en Polonia.
Allí, la emérita reunió a un comité de expertos de todo el mundo para compartir información sobre logros, innovaciones y mejores prácticas en la investigación de dolencias
como la demencia o el Alzheimer. Y se la vio especialmente emocionada dado la íntima relación que mantiene ella misma con estas duras enfermedades. Nunca ha habido confirmación oficial, pero es más que evidente que su querida hermana la princesa Irene padece una dolencia neurogenerativa, como desveló en su momento la revista Lecturas.
En los últimos tiempos es habitual ver a la
madre del rey Felipe VI
contar con la compañía de su hermana pequeña siempre que puede, y si hace unos meses, en Semana Santa, veíamos cómo la infanta Cristina caminaba de la mano de su tía en un acto religioso en Madrid, este verano la princesa griega ya necesitaba una silla de ruedas.
Todos fuimos testigos de esas imágenes en las que la los reyes don Felipe y doña Letizia y sus hijas acompañaban a la princesa Irene en silla de ruedas a la salida de un restaurante de Palma. Si bien la imagen general era de alegría y calor familiar,
la situación actual de Irene de Grecia se ha visto claramente deteriorada. Ya necesita la ayuda de una silla de ruedas y la preocupación por su salud que siente doña Sofía es más que evidente. De hecho, voces cercanas a la Familia Real aseguran que es una de las actuales grandes preocupaciones de la emérita. De ahí su absoluta entrega a cualquier causa que tenga que ver con la mejora de los pacientes de estas dolencias.
Doña Sofía, Lisboa y la enfermedad que le quita el sueño
La reina emérita viajará este viernes a Lisboa para actuar como madrina en el ‘International summit on neurodegenerative diseases’, un encuentro de primer nivel donde se tratarán con la comunidad científica importantes aspectos relativos a las enfermedades neurodegenerativas y, muy en especial, del Alzheimer. La suegra de doña Letizia aceptó de inmediato la invitación y allí podrá comprobar de nuevo los muchos retos que aún quedan por superar con respecto a estas graves y durísimas dolencias. Ella lo vive muy de cerca, está muy sensibilizada y tiene como una de sus prioridades hacer que
la vida de su hermana Irene sea lo más normal posible, dentro de sus complicadas circunstancias.
Pero el hecho de que Irene de Grecia padezca una dolencia neurodegenerativa, según afirmó Lecturas,
no implica que la royal viva recluida o apartada de la vida pública. De hecho, en los últimos meses la hemos visto viajar a Grecia en varias ocasiones, acompañar a su hermana a un acto de la Legión y a una procesión en Madrid, ambos durante la pasada Semana Santa y, más reciente, salir a cenar a un restaurante de Palma de Mallorca con los reyes don Felipe y doña Letizia, sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía y su propia hermana la reina emérita.
Por lo tanto, no sería de extrañar que Irene de Grecia, de 82 años –doña Sofía tiene 85 – acuda también a la cita familiar más importante de la Familia Real helena en las próximas fechas:
la boda de su sobrina la princesa Teodora, hija de Ana María de Grecia y el fallecido rey Constantino y que tendrá lugar este 28 de septiembre en la Catedral de Atenas. Allí se dará cita gran parte de la realeza europea con la presencia segura de doña Sofía y sus hijas las infantas Elena y Cristina. Es lógico pensar que don Felipe también acudirá y aún hay grandes dudas sobre si la reina Letizia acudirá o no.