Privan de agua a reclusos en la prisión de máxima seguridad de Guanajay
La activista Anamelys Ramos denuncia en su perfil de Facebook que en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, en la provincia de Artemisa, «hay destacamentos de presos a los que les han quitado las cubetas donde almacenaban el agua».
Ramos precisa que son «38 hombres sin poder guardar agua para sus más elementales necesidades». La prisión de máxima seguridad de Guanajay es la misma donde el régimen cubano mantiene detenido al artista y opositor Luis Manuel Otero Alcántara.
La activista cubana insiste en su denuncia en los motivos que mueven al régimen para privar de agua, algo elemental para la sobrevivencia, a personas que están en cautiverio: «Es obvio que lo hacen como mecanismo macabro de control y humillación. Lo hacen porque no respetan, ni les importa, de que se trata de seres humanos, cubanos por demás igual que ellos. Lo hacen porque se lo permitimos y porque no sienten la presión de nadie para hacer las cosas al menos decentemente, nada que los fiscalice y les haga asumir la responsabilidad de privar a personas de sus derechos más elementales».
Un informe del 2023 del Centro de Documentación de Prisiones Cubanas señaló que «el acceso al agua potable es limitado a dos veces al día y que esta se almacena en cisternas que no reúnen las condiciones de higiene. Asimismo, indican que el agua es distribuida por tuberías que están ubicadas al lado de las de desagüe, y que ambas tienen filtraciones, lo cual provoca la contaminación de las primeras, y causa la proliferación de enfermedades infecciosas parasitarias y bacterianas. Llama la atención el hecho de que el personal que labora en las prisiones no se abastezca de la misma agua, de acuerdo con los testimonios».
En enero del 2024, MartíNoticias publicó el testimonio de un preso político liberado en 2022 y que había estado en el penal de máxima seguridad de Guanajay. Habló en condiciones de anonimato, por su seguridad.
«Llegando me llevaron inmediatamente para la zona de máxima seguridad donde está Luis Manuel Otero Alcántara. Me ubicaron en el último piso en una celda de aislamiento con una cámara delante y una cámara detrás, dos cámaras de vigilancia. Sin colchón ni nada, una cama de cemento, dormía con un frío horrible con una camisa de poliéster sin manga y sin cuello, un short de poliéster y más nada. No había agua para bañarse, solo para tomar y te la daban en una botella. Dormí en el cemento, la última noche me dieron un colchón que era una cosa horrible llena de manchas de sangre y de orina», contó entonces.