viernes, febrero 21, 2025
Ciencia y Salud

Qué es la neumonía bilateral, la enfermedad que padece el papa Francisco


La Oficina del Vaticano ha calificado de “compleja” la situación clínica del papa Francisco tras ser diagnosticado con neumonía bilateral. El pontífice argentino, de 88 años de edad, permanece en el hospital Gemelli, en Roma. Su agenda oficial ha sido cancelada al menos hasta el fin de semana.

El líder de la Iglesia católica fue internado el viernes pasado debido a dificultades respiratorias. La Santa Sede informó en un comunicado que a la infección polimicrobiana que ya padecía se sumó un cuadro de bronquiectasia y bronquitis asmática. El Santo Padre fue sometido a una tomografía computarizada de tórax que «mostró el inicio de una neumonía bilateral, lo que ha requerido una terapia farmacológica adicional», según el documento.



¿Qué es la neumonía bilateral?

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos explica que la neumonía es una afección pulmonar que provoca que los alvéolos se llenen de líquido o pus. Esto genera inflamación en uno o ambos pulmones, limitando la absorción de oxígeno y dificultando la respiración. Puede estar causada por diversos patógenos, como virus, bacterias y hongos, por lo que su tratamiento suele incluir antibióticos.

La Cámara Argentina de Especialidades Medicinales señala que la forma bilateral de la enfermedad, que afecta ambos pulmones, es la más común. Explica que su gravedad depende de las condiciones clínicas de cada paciente. “Puede presentarse de manera asintomática, con síntomas moderados o generar cuadros graves que requieran asistencia respiratoria”, indica.

Síntomas y diagnóstico

La neumonía bilateral es más frecuente en pacientes con patologías respiratorias preexistentes, como asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). También afecta a personas inmunosuprimidas, fumadoras, diabéticas y con obesidad.

Los síntomas varían según la edad y el estado de salud del paciente. Los síntomas más comunes son fiebre, tos persistente con flemas, dolor torácico y dificultad para respirar. En algunos casos, también pueden presentarse fatiga extrema, escalofríos y sudoración nocturna. En adultos mayores o personas con enfermedades preexistentes, la enfermedad puede manifestarse sin fiebre, aunque con dolores en la espalda y una sensación general de debilidad.

El diagnóstico se confirma mediante una radiografía de tórax o una tomografía computarizada. Los especialistas recomiendan pruebas de laboratorio para identificar el agente patógeno responsable, ya que esto determina el tratamiento adecuado.

Cuando la neumonía es de origen bacteriano, se emplean antibióticos específicos. En infecciones virales, se utilizan antivirales y medidas de soporte vital, como la oxigenoterapia. En algunos casos, se administran corticoides para reducir la inflamación.

Los especialistas advierten que el mayor riesgo de la neumonía bilateral es la pérdida de la capacidad pulmonar. Esta puede ocurrir de manera progresiva o repentina. Las secuelas pueden persistir hasta un año después de la recuperación, especialmente en quienes requirieron ventilación mecánica.

Las instituciones de salud enfatizan que la prevención es la mejor medida para evitar casos graves de neumonía bilateral. Las vacunas contra el neumococo y la influenza contribuyen a reducir el riesgo de complicaciones. Los especialistas subrayan que, ante cualquier síntoma, es fundamental acudir a los centros de atención médica. Además, destacan la importancia de estar alerta a estos signos, especialmente en adultos mayores de 65 años, niños menores de 5 años y pacientes con enfermedades crónicas.



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