Real Madrid: La imposible venganza de Salah
Es hora de la venganza». Esta súplica corrió a cargo de un obsesionado Mohamed Salah tras volver a recordar antes de jugar la final de Champions 2022 en París, que acabaría convirtiéndose en la Decimocuarta, sus ganas de revancha contra el Real Madrid por la final que perdió en 2018 en Kiev. Un enganchón con Sergio Ramos desembocó en una lesión de hombro que le sacó del partido… y desde ese día, experiencia traumática de por medio, terminaría marcando la carrera deportiva del delantero egipcio tras retirarse lesionado en el minuto 25.
Llegó al Chelsea, procedente del Basilea, como un niño solitario, un niño ingenuo, completamente fuera de contexto y físicamente frágil
Sin embargo, la pesadilla de Salah arrancaría un poco antes, más concretamente en 2016, cuando jugaba cedido en la Roma de Monchi. El extremo egipcio, propiedad del Chelsea por entonces, no era del gusto de Mourinho . «Llegó al Chelsea, procedente del Basilea, como un niño solitario, un niño ingenuo, completamente fuera de contexto y físicamente frágil«, declaró el portugués años después sobre la etapa en la que coincidió con Salah. En aquella Champions de 2016 brilló, pero el Real Madrid se cruzó por primera vez en su camino para aguar su temporada europea. Dejó destellos de su clase y velocidad, pero acabaría sufriendo sus dos primeras derrotas contra el club blanco. Una cuenta regresiva que le ha mandado a las profundidades de la Champions cada vez que se ha visto las caras con el Real Madrid: el egipcio acumula siete derrotas y un empate en los 8 enfrentamientos. Una losa demasiado grande para cualquier futbolista del mundo que llenaría eternamente de rabia al futbolista: «Si me preguntas a mí personalmente, prefiero al Madrid en la final», respondió con una media sonrisa tras eliminar al Villarreal en semifinales. Y es que en todas sus oraciones siempre hay un apartado que debe decir algo parecido a ‘ni olvido, ni perdón’.
Recados constantes
Después llegaría la derrota que cambiaría la visión de Salah para siempre. Una fuerte entrada del central español propició una hiperextensión en el hombro de Salah. El Liverpool lloraba por la pérdida de su jugador franquicia y el Madrid, de nuevo, presentaba otra Orejona a la diosa Cibeles. Además, aquella lesión le impidió competir con normalidad en el Mundial de Rusia y, como consecuencia, o al menos así lo ve Salah al no estar en plenas condiciones, Egipto no pasó de la fase de grupos. Así arrancaría la infinidad de recados que ha ido dejando el futbolista por el camino al Madrid: «Recuerdo la última final de la Champions contra el Real Madrid como si fuera ayer», «queremos hacerlo bien esta vez», «esto no ha terminado todavía» o «tenemos una cuenta que saldar» son algunas de las perlas del egipcio… que terminaría desencadenando una respuesta casi obligatoria de Ancelotti. «Respetamos a Salah, pero el Madrid ya perdió una final en París con el Liverpool. Podría ser una venganza también para nosotros», zanjó.
Otro que tampoco ha olvidado la lesión de Salah a manos de Ramos fue el propio Jürgen Kloop. «Si juntas todas las acciones de Sergio Ramos, y he visto fútbol desde que tenía cinco años, verás que pasan muchas cosas con Ramos…. fue despiadado«, aseguró el entrenador alemán. Y es que ni siquiera el haber conquistado la Champions en la temporada 2018/19 rebajaría el odio del futbolista egipcio… ya que se trataría de una venganza a medias porque por medio no estuvo el Real Madrid. «Lo de 2018 fue lo peor que le puede pasar a un futbolista. Nunca había sentido algo como eso en el fútbol, sobre todo porque era nuestra primera final para todos«, explicó Salah antes de volver al ruedo en la final de 2022, una que terminaría con recado final de Modric.
Un dardo final… de Modric
«Tengo que contar una anécdota divertida: cuando acabó la final de la Champions, hicimos un pasillo a los jugadores del Liverpool. Salah pasó desanimado y Modric, que estaba en el otro lado le saludó y le dijo: ‘Vale, vale, la próxima vez lo intentas de nuevo…'», reconoció un Rodrygo que, además, insinuó que durante los entrenamientos se motivaban unos y otros con la figura del egipcio, sobre todo por las declaraciones que el propio jugador del Liverpool había realizado antes del gran partido de Saint Denis. Una herida que aún sigue abierta y que clamará venganza en el último enfrentamiento entre Liverpool y Real Madrid, los reyes de la máxima competición europea a nivel de clubes. Y es que dicen que la venganza es un plato que se sirve frío y, en el caso de Salah, está tardando tanto que va terminar sirviéndose casi congelada.