sábado, abril 26, 2025
Economía

Sólo el 10,3% de los socios de las cooperativas de Castilla y León tiene menos de 40 años


Las cooperativas de Castilla y León alcanzaron en el ejercicio 2022-2023 una facturación de 3.962 millones de euros, un 2,6%; destacando las de cultivos herbáceos que facturaron 1.077 millones de euros; alimentación animal, con 678,6 millones de euros y las de suministros con 717 millones, según los datos del Observatorio socioeconómico del cooperativismo (OSCAE) realizados por Urcacyl. Solo el 10,3% de los socios son menores de 40 años.

Por provincias, la de mayor facturación fue Zamora con 678,9 millones de euros, seguida de Valladolid con 715,4 millones de euros y Palencia con 642 millones de euros.

En este estudio realizado por Urcacyl, se observa que el número de socios pertenecientes a las cooperativas es actualmente de 35.670, teniendo en cuenta que muchos de estos, participan en varias cooperativas de diferentes sectores. En cualquier caso el número de socios va descendiendo paulatinamente en la medida que se reducen las explotaciones agropecuarias de la región, pero su actividad cooperativizada va creciendo. De estos socios el 79,9% son varones y el 20,1% mujeres, reflejo de lo que sucede en el campo. Por otro lado, el 89,7% de estos agricultores y ganaderos son mayores de 40 años y el 10,3% menores de esa edad. «Hay relevo generacional pero escaso; si bien es cierto que quienes se incorporan a las cooperativas lo hacen con explotaciones de más hectáreas o con un mayor volumen de cabezas de ganado», afirman desde Urcacyl.

En lo que se refiere al número de trabajadores en las cooperativas agroalimentarias, se cifra en 4.037 empleados directos a los que habría que sumar varios miles más en transportes, mantenimiento y servicios. Destaca el grado de profesionalización de estos trabajadores y el hecho de que un 8,2% de los mismos sean titulados superiores en ingeniería y veterinaria, lo que pone de manifiesto el esfuerzo realizado por las cooperativas en prestación de servicios a sus socios con técnicos de campo y de granja.

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Si ampliamos el foco, vemos que en el año 2000, el cooperativismo global de Castilla y León tenía una facturación de 865 millones de euros, frente a los 3.962 millones de euros de la actualidad, con lo que ha más que cuadriplicado su volumen de negocio.

A principios del nuevo siglo disponíamos en las Cooperativas de 51.000 socios agricultores y ganaderos, y actualmente tenemos 35.670 socios, un 30% menos, siguiendo la tendencia que se ha producido en todo el sector agropecuario en cuanto a número de explotaciones. Sin embargo, los socios integrados en las cooperativas, en ese periodo de tiempo han pasado de una media de su actividad con la cooperativa de 16.960 euros al año 2000 a 110.073.

En el caso del número de empleados, en el año 2000 contaban con 1.450 trabajadores y ahora disponen de 4.037 con un alto porcentaje de titulados superiores.

Desde Urcacyl se considera que en este periodo de tiempo, las cooperativas se han profesionalizado, han diversificado sus actividades y servicios hacia los socios y muchas de ellas han iniciado la transformación de sus productos, lo que les ha permitido un crecimiento continuo.

A ello ha contribuido la incorporación y el crecimiento, entre los socios y entre las cooperativas, de la innovación y de las nuevas tecnologías, que han permitido a aquéllos obtener mayores producciones por hectárea y por cabeza de ganado, y a éstas iniciar nuevas actividades, abrir nuevos mercados, prestar servicios diferenciados a sus socios y abordar procesos de transformación de sus productos. Todo ello les ha permitido ser más eficientes a nivel económico, social y medioambiental.

El crecimiento también ha sido consecuencia de una mayor formación reglada en los estudios de los socios y de la participación en la formación continua, muchas veces con la colaboración de Urcacyl. Cabe señalar que en este periodo que se analiza, la entidad impartió una media de 52 cursos anuales, con una presencia cada año de 1.674 alumnos.

También en este crecimiento, han influido algunas políticas propiciatorias del cooperativismo, realizadas desde la administración. Las ayudas de las antiguas APAS, las Ayudas de OPs y OPFH, las Ayudas a las Entidades Asociativas Prioritarias y sobre todo las ayudas al cooperativismo, que en el año 2000 superaban los tres millones de euros, y a través de las mismas se propiciaron la contratación de personal técnico, la implantación de sistemas informáticos, la realización de auditorías y análisis de inversiones, la edición de catálogos y material promocional, la incorporación de socios a las cooperativas…

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