Última hora de la dana, en directo | Sánchez envía otros 5.000 militares en 24 horas, duplica el número de policías y emplaza a Mazón a pedir más ayuda | España
Familias, menores, o compañeros de trabajo entre los voluntarios en Valencia: “Dinero no tenemos, pero manos sí”
Elsa, Yolanda y Ainhoa son tres compañeras de trabajo que han decidido acudir a la llamada para ayudar de manera organizada a las poblaciones que están sufriendo las consecuencias devastadoras de la dana. Son miles de valencianos, tantos que la gente rodea por completo el enorme lago del Museo de Las Ciencias de Valencia. Desde aquí, la Generalitat está enviando autobuses para desplazar a los voluntarios a los puntos donde son más necesarios.
Cargadas de pozales, rastrillos o escobas, las tres compañeras quieren ayudar. “Nos podía haber pasado a cualquiera y todos conocemos a alguien afectado. No podíamos quedarnos sin hacer nada”, apunta Elsa. “Hemos visto a gente sufriendo mucho. Nunca habíamos visto algo así”, señala Ainhoa. “Ayer ya no quedaban palas ni rastrillos en ninguna tienda”, indica Yolanda, también en los “cuarenta”, como sus amigas.
Uno de los responsables del montaje organizado por la Generalitat recomendaba a voz en grito a la inmensa multitud que utilizaran mascarillas y guantes, que hay que ayudar, pero también evitar cualquier riesgo de infección, que el agua está estancada y todo está lleno de barro.
Hay gente de todas las edades, provistos de mochilas, que guardan de manera respetuosa una cola enorme para subirse a los autobuses dispuestos por la Generalitat y dirigirse a una de las numerosas poblaciones afectadas por la dana que se ha llevado la vida de más de 200 personas. “Como somos jóvenes, no podemos hacer más que ayudar. Dinero no tenemos, pero manos sí”, dice Luz María, de 16 años. A su lado, su padre, Alfonso, de 52 años, de Alboraya, afirma: “La empatía hacia las personas que lo han perdido todo nos tiene que movilizar, con alimentos, con ayuda económica, con ayuda presencial”, la familia está impresionada por la respuesta de los valencianos. “Es muy emocionante, al menos ver tanta gente junta”, cometa Luz María.
La gente ha sido convocada a las siete de la mañana y minutos antes ya había centenares de personas. Casi una hora después siguen llegando voluntarios. Con toda probabilidad, se han superado las expectativas de llenar 50 autobuses con 50 personas, como tenía previsto la Generalitat, cuya vicepresidenta, Susana Camarero, se encuentra al frente del dispositivo.