Barcelona: El día que Flick dejó de ser comedido
El Barcelona sufrió y perdió en Anoeta. Hacía tiempo que los culés no padecían en un encuentro, ya que en los últimos se habían paseado por el terreno de juego y por el marcador. Pero el choque contra la Real Sociedad, correspondiente a la jornada 13 de LaLiga, será recordado, más allá del freno a la gran racha culé y de que los culés se quedaron sin marcar por primera vez este curso, por el fuera de juego milimétrico, por la puntita de la bota, que implicó que se invalidara el gol, que hubiera sido el primero del encuentro, de Robert Lewandowski. La decisión desesperó incluso al siempre comedido Hansi Flick. El alemán no perdió los papeles, pero tampoco es habitual verle debatir con los árbitros.
Cubarsí: ¿Quién dijo miedo?
El central catalán, de 17 años, jugó en Anoeta. Se salió con la suya. Quería hacerlo, se veía preparado, y Flick le puso. El miércoles, en Belgrado, en el cruce de la Champions League, recibió 9 puntos en la cara a causa de un encontronazo con Spajic, del Estrella Roja. El técnico no tenía claro si alinearlo en San Sebastián, pero la seguridad, determinación y confianza del internacional le convencieron. Ayer sábado se ejercitó con la máscara, y se sintió bien. Y si alguien pensaba que tras el golpe no se iba a atrever a rematar o entrar en las acciones cuerpo a cuerpo es que no conoce al gerundense. Fue de los primeros en subir a buscar el golpeo de cabeza para marcar, justo tras la reanudación rozó el gol, y no dudó en participar en todas las acciones defensivas con decisión, atrevimiento e intensidad, como siempre. No se escondió: no hay máscara que tape su compromiso y profesionalidad.
Hansi Flick: pide explicaciones por el gol anulado
El técnico germano se había mostrado siempre comedido, prudente y respetuoso con el estamento arbitral y sus decisiones. Pero en el Reale Anoeta se le vio, al salir del túnel del vestuario tras el descanso, debatir, con gesto disgustado, con Cuadra Fernández por el fuera de juego, milimétrico, de la punta de la bota de Robert Lewandowski. El internacional polaco había marcado el que hubiera sido el primer gol del encuentro, en el minuto 13, pero la acción fue invalidada por el fuera de juego semiautomático: su pie estaba un poco más adelantado, cuesta realmente verlo, que el de Aguerd. La tecnología dictó sentencia, aunque no convenció a los culés. Ni a Flick.
Casadó está en todo
El centrocampista, que fue una de la novedades en la lista de Luis de la Fuente, volvió a dar un recital. ¡Menudo jugador! Está en todo. En el minuto 1 fue decisivo en defensa y evitó, tras tirarse al suelo y tocar lo justo el esférico, el gol de Sucic, al que molestó y forzó a hacer un mal remate. Pero también estuvo atento en ataque y no dudó en disparar a puerta, eso sí, sin descuidar su trabajo en la recuperación, la contención y la conexión entre las líneas.
Iñigo Martínez, sin perdón
El veterano central vasco, que atraviesa un gran momento de forma, dejó la Real Sociedad hace seis años, en 2018. Pero la afición txuri urdin no olvida lo que considera una gran traición: firmó por el Athletic. El zaguero recibió una sonora pitada antes del encuentro, y siguió siendo objeto de la animadversión de la grada de Anoeta cada vez que tocó el balón. No pareció, no obstante, afectarle. No perdió la concentración en ningún momento.
Adiós a la racha y… ¡primer partido sin marcar!
El Barcelona llegó a Anoeta con una trayectoria que asustaba: enlazaba siete victorias con goleadas, cuatro en LaLiga y tres en la Champions League. Y no había perdido en sus últimas ocho visitas a San Sebastián: su balance era de seis victorias y dos empates. Pero contra los de Imanol sufrió y perdió. Y, para sorpresa, no marcó: era la primera vez en la temporada que los culés se quedaban en blanco: en los 12 anteriores encuentros del torneo nacional y en los 4 de la competición continental había superado a los metas rivales. El Barça, no obstante, sigue siendo el líder de Primera: está a seis puntos del Real Madrid, que ha disputado un encuentro menos.