El día que casi matan a Amelia Calzadilla
MIAMI.-El testimonio de la activista cubana Amelia Calzadilla ha puesto en evidencia las graves negligencias médicas que enfrentan las mujeres en la isla durante el parto. Calzadilla relató que, en 2019, debido a un error en el cálculo fetal, se le obligó a dar a luz de manera natural a un bebé de casi 11 libras, lo que resultó en una hemorragia severa diez días después del parto, poniendo en peligro su vida.
Según su testimonio, el recién nacido era tan grande que la ropa preparada para él no le servía, lo que generó asombro entre el personal médico. A pesar de los riesgos evidentes que implicaba su caso, no se le realizó una cesárea, lo que posteriormente desencadenó complicaciones graves. La falta de explicaciones por parte del hospital y la negativa a reconocer la relación entre el tamaño del bebé y sus complicaciones médicas han dejado en evidencia la falta de transparencia y responsabilidad en el sistema de salud cubano.
“En el hospital jamás le dieron a mi familia o a mí una explicación sensata de por qué me habían expuesto a ese riesgo y nunca reconocieron que la consecuente hemorragia uterina y la resultante cauterización de las arterias cervicales que me tuvieron que hacer a sangre fría para salvarme la vida después tuvieron que ver con el tamaño del feto”, escribió Calzadilla en su muro de Facebook.
“Mi madre por poco se vuelve loca cuando supo que estaba en terapia reportada con peligro para la vida y con tres bebitos en ese entonces que me necesitaban viva (Mary de 5 años, Amanda de 2 años y Ale recién nacido) por no haberme hecho un cálculo fetal adecuado. Aunque más de uno pasó vergüenza por la obvia molestia de mi mamá, en más de una ocasión le pidieron que se calmara incluso con la soberbia de creer que no tenía motivos para estar molesta y otros entendían que ella y yo debíamos estar agradecidos porque me salvaron después de casi haberme matado”, agregó.

La historia de Calzadilla no es un caso aislado. La investigación Partos Rotos, llevada a cabo por un grupo de periodistas independientes cubanas, ha documentado de manera exhaustiva la violencia obstétrica que enfrentan las mujeres en Cuba. Durante más de un año recopilaron testimonios de más de mil mujeres que denunciaron abusos, maltratos y negligencias en sus partos. La investigación reveló que en el país es común la aplicación de técnicas agresivas que han sido restringidas en otros lugares, así como la infantilización y el chantaje por parte del personal sanitario.
Para Partos Rotos muchas mujeres dijeron haber sido ignoradas cuando pidieron información, ayuda o alivio para el dolor. Prácticas que ahora son comunes en otros países como permitir a las mujeres estar acompañadas, caminar durante el trabajo de parto o sostener a sus bebés tras el nacimiento, no son comunes en la Isla.
El caso de Amelia Calzadilla y las conclusiones de Partos Rotos reflejan una crisis sistémica en la atención obstétrica en Cuba, donde las mujeres corren el riesgo de sufrir graves consecuencias por la falta de protocolos adecuados y la deshumanización en la atención médica.