Las joyas de la reina María Cristina de Habsburgo que han llegado al joyero de Letizia: tiaras
La reina María Cristina de Habsburgo-Lorena,
segunda esposa de Alfonso XII, fue regente de la monarquía española desde 1885, cuando falleció el rey, hasta el 17 de mayo de 1902, cuando su hijo, Alfonso XIII, cumplió 16 años y se convirtió en jefe del Estado.
María Cristina de Habsburgo-Lorena, estaba embarazada de tres meses del nuevo monarca, cuando fue declarada regente.
En España la llamaban «doña Virtudes», por su inflexible cumplimiento del deber y su seriedad. Fue una mujer poco agraciada, a diferencia de
doña María de las Mercedes
, la primera esposa de Alfonso XII, pero se ganó el corazón de los españoles por su lealtad a la corona.
Tuvo también fama de austera, pero esto queda desmentido por el espectacular cofre de joyas que dejó tras su muerte y que heredaron sus hijos y sus nietos. Varias de estas piezas forman hoy parte del
Joyero de pasar que luce la reina Letizia
.
Repasamos las piezas más importantes, que utiliza doña Letizia, pero también se han podido ver en manos de las infantas Pilar y Margarita, de Simoneta, prima del rey, y de las infantas Elena y Cristina. Otras fueron subastadas o rediseñadas para
lucirse como broches o brazaletes.
La «rusa», una de las tiaras más espectaculares
Es una de las más importantes «joyas de pasar» de la monarquía española y tiene una historia singular. Fue una de las últimas que estrenó doña Letizia y los hizo en la cena de gala organizada durante la visita a España del presidente de China Xi Jinping, en 2018. Doña María Cristina la encargó, en 1886, el año en que nació Alfonso XIII, al joyero español Francisco Marzo. Está formada por una
sucesión de lágrimas invertidas que decrecen, del centro a los extremos, con forma de jazmines, y con un pétalo pendiendo en el centro. Está confeccionada en platino, diamantes y perlas.
Fue bautizada como «La rusa» por su estilo muy parecido a las diademas Kokoshnik ,
inspiradas en los tocados de las campesinas rusas. Alfonso XIII heredó la pieza y luego se la regaló, como obsequio de bodas con Don Juan de Borbón, a María de las Mercedes de Borbón, madre de Juan Carlos I. Doña Pilar, la lució, en 1967, en su boda con Luis Gómez-Acebo. Fue esta también la que escogió Simoneta Gómez-Acebo para casarse en 1990. A la muerte de doña Mercedes, fue su hijo don Juan Carlos quien la heredó.
Doña Sofía la lució, por primera vez, en 2006.
El broche de perla en forma de lágrima
En alguna ocasión se ha confundido este broche con el conocido como «la Peregrina», pero esta pieza está bien documentada entre las alhajas que pertenecieron a la reina María Cristina. Doña Letizia lo lució, por primera vez, el 12 de octubre de 2017, en el
desfile de las Fuerzas Armadas
. Es un alfiler con una media perla rodeada de una docena de diamantes en talla brillante y de la que cuelga otro diamante en talla almohadilla y una perilla de nácar de gran tamaño.
Esta joya también fue una
herencia de Alfonso XIII y un regalo de bodas para doña María de las Mercedes. Se pudo observar en Doña Sofía, en los años ochenta. Se ha dicho que este «pendentif» surgió de un pendiente de la reina María de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII, aunque los expertos tienen dudas, por su gran tamaño.
El collar de 25 perlas
Entre los regalos que el rey Alfonso XIII ofreció a su nuera, la condesa de Barcelona, figuraba también un
collar de 25 perlas naturales que también perteneció a la reina María Cristina. Parece que este collar corto hacía juego con unos pendientes de perlas gruesas rematadas por dos diamantes que habían pertenecido a Isabel II y que María Cristina «compró» cuando se conoció su testamento.
La diadema floral
Fue la
escogida por doña Cristina para su boda con Iñaki Urdangarín
, en 1997. Siempre se ha dicho, que esta tiara fue un regalo de Franco a la princesa Sofía por su boda con don Juan Carlos. Pero esta pieza tiene más historia. Parece que procede de un alfiler «devant corsage» (para poner en la parte baja del escote) que perteneció a la reina María Cristina de Habsburgo.
Es posible dividirlo en tres partes, y parece que fue un regalo que Alfonso XII hizo a su segunda esposa. Se dice que
fue elaborada por la joyería Mellerio. La joya volvió pues a la familia real cuando Franco la compró en la joyería Aldao como regalo de bodas de los españoles a la reina Sofía.