sábado, febrero 22, 2025
Ciencia y Salud

Los Australopithecus no comían tanta carne como pensábamos


Hasta ahora, el perÍodo en que la subfamilia Homininae empezó a comer carne de grandes mamíferos mediante la caza se ha considerado un punto crucial de la evolución humana. La hipótesis inicial refiere que el consumo de productos animales ricos en proteínas aumentaba gradualmente la capacidad cerebral y permitía fabricar y utilizar herramientas. Ahora, un equipo germano-sudafricano publica resultados que descartan dicha afirmación: su análisis se enfoca en los fósiles de dientes de Australopithecus excavados en el yacimiento sudafricano conocido como la Cuna de la Humanidad.

La proporción de isótopos de nitrógeno en el esmalte de las piezas dentales indica que las criaturas consumían poca carne. Es decir, la dieta de los antepasados de los humanos que habitaron Sudáfrica hace 3.3 y 3.7 millones de años pudo estar basada en productos vegetales. «El esmalte es muy duro y puede contener información sobre la dieta de un individuo durante millones de años», explica Tina Lüdecke, quien estudia la evolución en el Instituto Max Planck de Investigación Química, en Alemania, y en la Universidad de Witwatersrand, de Johannesburgo.


virus de la influenza aviar

Irradiar los entornos ayuda a reducir la carga viral en entornos confinados. Otra posible estrategia en la transmisión de infecciones.


¿Qué dice el estudio?

En el estudio publicado en la revista Science, Lüdecke indica que obtuvo datos de isótopos estables; átomos que no se transforman en otros nucleidos por desintegración radioactiva, del esmalte dental de siete fósiles de Australopithecus hallados en el complejo de cuevas de Starckfontein, al noroeste de Johannesburgo. Estos datos se compararon con datos isotópicos de muestras dentales de monos, antílopes, hienas, chacales y grandes felinos contemporáneos para verificar la alimentación del género homínido.

Los isótopos son átomos del mismo elemento pero con distinto número de neutrones. Los isótopos estables del nitrógeno pueden dividirse en un isótopo más ligero (14N) con un número másico de 14 con siete protones y siete neutrones; y un isótopo más pesado (15N) con un número másico de 15 con siete protones y ocho neutrones. Más del 99% del nitrógeno presente en la naturaleza es el isótopo ligero 14N.

Cuando los animales consumen alimentos, se producen reacciones químicas en el organismo durante la digestión y se utiliza preferentemente el 14N. A continuación, se excreta del cuerpo en forma de productos de descomposición como las heces y el sudor, por lo que la proporción de 15N que queda en el cuerpo es superior a la relación isotópica del nitrógeno en el alimento original. Esto significa que los herbívoros que se alimentan de plantas tienen proporciones isotópicas de nitrógeno superiores a las de las plantas, y que los depredadores de estos herbívoros tienen proporciones aún mayores. En otras palabras, cuanto mayor es la proporción entre 15N y 14N en una muestra de tejido, mayor será el nivel trófico al que pertenece el organismo en la red alimentaria.

Según el equipo, la proporción de isótopos de nitrógeno en la materia orgánica: el pelo, las uñas y los huesos, se utiliza desde hace tiempo para estudiar las dietas animal y humana. Sin embargo, los materiales orgánicos se deterioran con el tiempo, por lo que la medición de las proporciones isotópicas en material fósil se limita a muestras de decenas de miles de años de antigüedad. Los investigadores consiguieron medir las proporciones de isótopos de nitrógeno del esmalte de dientes fósiles de millones de años, utilizando tecnología desarrollada por el Instituto Max Planck de Investigación Química.

momias Egipto 1063552588

Los científicos planean recrear los aromas de las momias para facilitar que el público pueda experimentar, de manera olfativa, este legado del Antiguo Egipto.

Casi todo vegetales

Los resultados mostraron que, aunque había cierta variación entre individuos, la proporción de 15N del Australopithecus era mucho más baja que la de los carnívoros que vivieron en la misma época, y más cercana a la de los herbívoros. El equipo llegó a la conclusión de que la dieta del homínido, aunque diversa, dependía casi por completo de alimentos de origen vegetal.

El equipo resalta que no se puede descartar por completo la posibilidad de que la subfamilia Homininae consumiera en esa época proteínas animales procedentes de huevos de aves, termitas y otras fuentes. Sin embargo, no tenían la costumbre de cazar regularmente grandes mamíferos y comer carne como los neandertales, que aparecieron millones de años más tarde y se cree que tenían una dieta casi vegetariana.



Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *