miércoles, mayo 21, 2025
Ciencia y Salud

Surge nueva pista matemática en la búsqueda de las esferas de Dyson, el grial de los cazadores de civilizaciones extraterrestres


Las esferas de Dyson, a veces referidas como el «grial» de la búsqueda de civilizaciones extraterrestres, son estructuras tecnológicas teóricas diseñadas para envolver una estrella y captar su energía de manera prácticamente ilimitada. La idea parte del supuesto de que una civilización lo suficientemente avanzada no podrá depender únicamente de los recursos de su propio planeta, por lo que necesitaría aprovechar la energía de su estrella más cercana.

Aunque la propuesta es fascinante, los científicos advierten que las leyes físicas que rigen el comportamiento de los cuerpos estelares presentan obstáculos fundamentales para la construcción de una estructura de tal magnitud, al menos en la forma en que hasta ahora se ha concebido. El hipotético “anillo” o capa esférica que cubra una estrella requeriría de mantener una posición extremadamente precisa para no volverse inestable. Incluso si en el futuro surgen materiales que soporten la colosal tensión, la estructura seguiría siendo susceptible a la más mínima perturbación gravitatoria o presión de radiación. Las esferas de Dyson, por ahora, solo tienden al colapso por las estrellas.

Un científico de la Universidad de Glasgow, Escocia, sugiere en un reciente artículo publicado en Monthly Notice of the Royal Astronomical Society, que la construcción de una esfera de Dyson no es completamente imposible. Sin embargo, para alcanzar la estabilidad de una obra así, será necesario tomar en cuenta entornos específicos en el universo, como los sistemas binarios de estrellas.


Una ilustración de una hipotética esfera de Dyson, el santo grial de las civilizaciones extraterrestres.

Hasta ahora los intentos por buscar tecnofirmas extraterrestres se han limitado a buscar señales de radio dentro de la Vía Láctea. Ahora el rango se extiende a 2,800 galaxias.


¿En dónde son posibles las esferas de Dyson?

A diferencia de la Tierra, que orbita únicamente alrededor del Sol, existen regiones donde, a partir de una nube molecular de hidrógeno y helio, se han formado dos astros vinculados gravitacionalmente. Los planetas, asteroides, lunas y cualquier otro objeto formado como remanentes están permanentemente influenciados por las dos estrellas que, a su vez, orbitan alrededor de un centro de masa común.

En este territorio es donde pueden existir esferas de Dyson estables, explica el ingeniero Colin R. McInnes. La clave radica en utilizar la estrella de menor tamaño dentro del sistema binario, de manera que las fuerzas gravitacionales ejercidas sobre la estructura se mantengan uniformes. El estudio identifica siete posibles configuraciones de distribución de masas y radios de anillos que garantizarían el equilibrio. Por ejemplo, sugiere que un astro con la masa del Sol, acompañada por una enana marrón (estrella fallida), podría ser un escenario viable para la construcción de una esfera de Dyson.

“En principio, se pueden prever anillos artificiales estables en sistemas estrella-exoplaneta o exoplaneta-exoluna, mientras que también se pueden prever anillos estables en los equilibrios triangulares para grandes hábitats espaciales. La existencia de órbitas pasivamente estables para tales estructuras a gran escala puede tener implicaciones para las tecno-firmas en los estudios de búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI)”, menciona el artículo.

La posibilidad de una esfera de Dyson construida por humanos es demasiado remota como para establecer cálculos estructurales o de recursos energéticos, pero ello no impide que se estudie la física necesaria para una construcción de escala planetaria. El propio autor ejemplifica su labor con el caso del estudio de los anillos de Saturno.

Durante siglos, los instrumentos reflejaban estructuras sólidas o líquidas rodeando a Saturno, pero tal hipótesis contradecía algunas leyes físicas bien establecidas. En 1859, James Clerk Maxwell demostró matemáticamente que los anillos solo podían explicarse si estaban formados por partículas que orbitaban Saturno de manera independiente. Décadas después, con nueva tecnología, astrónomos confirmaron que los anillos planetarios estaban formados por residuos congelados.

En el campo de la búsqueda de vida extraterrestre, las hipotéticas esferas de Dyson son atractivas porque, aunque requieren de niveles extraordinarios de desarrollo tecnológico e incluso dentro de la teoría serían “raras”, podrían ser las estructuras tecnológicas más sencillas de ver debido a la gran radiación infrarroja que emitirían.



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