un inversor de Wall Street muy crítico con China para desplegar los aranceles
Todo apunta a que Howard Lutnick será el nuevo secretario de Comercio de EEUU en la incipiente Administración Trump. Lutnick, consejero delegado del banco de inversión Cantor Fitzgerald desde 1991, es descrito en los medios de comunicación estadounidenses como un ‘halcón’ respecto a China y ha mostrado un claro apoyo a la agenda arancelaria de Trump durante la campaña electoral.
«Estoy encantado de anunciar que Howard Lutnick, Presidente y CEO de Cantor Fitzgerald, se unirá a mi Administración como Secretario de Comercio de los Estados Unidos. Liderará nuestra agenda arancelaria y comercial, con responsabilidad directa adicional sobre la Oficina del Representante de Comercio de EEUU», publicó Trump en un post de su red social, Truth Social.
Previamente había estado sonando el nombre de Robert Lighthizer tanto como para ocupar la Secretaría de Comercio como para repetir como representante de Comercio de EEUU, cargo que ya ocupó con Trump. Lighthizer también sintetiza a la perfección las pulsiones arancelarias de Trump y así lo demostró con China antes de la pandemia. Sin embargo, que Trump se haya decantado de momento por Lutnick, además de que le haya encomendado una responsabilidad directa sobre la Oficina del Representante de Comercio de EEUU, deja en duda el futuro de Lighthizer.
Lutnick, de 63 años, es uno de los partidarios más destacados de Trump en Wall Street, lo que ha reforzado su acercamiento a la comunidad financiera y ha hecho suya su agenda populista. Recorrió el país en apoyo del presidente electo, lamentó el traslado al extranjero de los puestos de trabajo de la industria manufacturera estadounidense, arremetió contra las «tonterías de la élite costera» en relación con los coches eléctricos y tachó la elevada inflación de «lo más mezquino que se le puede hacer a la gente». Como copresidente del equipo de transición de Trump, Lutnick desempeñó un papel de primera línea en la preparación del presidente entrante para retomar el poder e impulsar su agenda conservadora con un equipo de leales afines.
Licenciado por el Haverford College, Lutnick se incorporó a Cantor Fitzgerald en 1983 y se convirtió en Presidente y Consejero Delegado en 1991, según su biografía en el sitio web de la empresa. Su hermano Gary Lutnick fue uno de los 658 empleados de Cantor que murieron en el ataque al World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. A Lutnick se le atribuyó el mérito de reconstruir la devastada empresa.
En su día invitado al reality show de Trump, Celebrity Apprentice, se encuentra cerca del centro de muchos círculos concéntricos de dinero y poder en la órbita del presidente electo, más que muchos otros ejecutivos de Wall Street. Y ocupa un lugar clave en el ecosistema que rodea a Trump y a los fieles de Make America Great Again en su papel de presidente de transición.
El anuncio zanja en parte lo que había sido una batalla pública de varios días entre el gestor de fondos de cobertura Scott Bessent y Lutnick, que habían estado postulándose para recibir el título de secretario del Tesoro. Lutnick se había ganado el apoyo de Elon Musk, con el empresario multimillonario publicando en X durante el fin de semana que el CEO de Cantor Fitzgerald «realmente promulgaría el cambio».
Las luchas internas habían frustrado a Trump, que actualmente está considerando a otros candidatos para el máximo puesto económico, según personas familiarizadas con el asunto. El presidente electo tiene previsto reunirse con el ex-gobernador de la Reserva Federal Kevin Warsh en el próximo día o dos, informa Bloomberg. El consejero delegado de Apollo, Marc Rowan, y Bill Hagerty, senador por Tennessee, también están siendo considerados para el Tesoro, según fuentes cercanas a las conversaciones. Bessent habló la semana pasada con Trump sobre el puesto de director del Tesoro y del Consejo Económico Nacional.
Lutnick ha aparecido a menudo en las especulaciones para la Secretaría del Tesoro, lo que significa que la lista de Trump probablemente se está reduciendo. «Trump elige al inversor Lutnick para el cargo de secretario de Comercio, donde (si se confirma) supervisará los aumentos de impuestos al consumo que representan los aranceles. Obviamente, esto significa que Lutnick no está en la carrera para ser secretario del Tesoro, y la cuestión de quién firma los billetes de dólar sigue siendo incierta. Cuestiones como la independencia de la Reserva Federal y los aranceles comerciales hacen que este nombramiento sea importante para los mercados», apuntan desde UBS.
Mando sobre aranceles y estadísticas
El anuncio de Trump de la elección de Comercio otorga a Lutnick amplia autoridad sobre la agenda comercial y arancelaria de la Casa Blanca, un pilar central del plan económico del presidente electo. Trump ha propuesto imponer aranceles universales del 10% o el 20% a todas las importaciones, y de hasta el 60% a las importaciones procedentes de China, uno de los principales proveedores de EEUU. Otros posibles objetivos de las subidas de aranceles son los vehículos procedentes de México y los países que abandonen el dólar estadounidense.
Algunos economistas pronostican que las propuestas arancelarias de Trump podrían causar efectos inflacionistas para los consumidores. Sin embargo, aunque el anterior presidente impuso aranceles del 25% a cientos de miles de millones de dólares de productos chinos durante su primer mandato, el impacto final sigue sin estar claro. El presidente Joe Biden dejó la mayoría de los aranceles de Trump en su lugar, incluso añadiendo algunos aumentos de impuestos adicionales sobre semiconductores y vehículos eléctricos procedentes de China.
El Departamento de Comercio, que sirve de enlace entre el Gobierno federal y el sector privado, desempeñará un papel clave para facilitar las políticas de Trump. Bajo la administración de Biden, el Departamento de Comercio se ha ocupado de aplicar una serie de proyectos de ley de política industrial, incluida la asignación de fondos federales para la fabricación de semiconductores.
El Departamento de Comercio es también la agencia matriz de la Oficina de Análisis Económico -que produce la métrica de inflación favorita de la Reserva Federal, el deflactor del gasto en consumo personal (PCE)-, así como la Oficina del Censo, responsable de la publicación de su encuesta homónima, además de otros informes sobre el estado de la economía.